Asturias extremará la vigilancia este fin de semana para garantizar su paso a la fase 2

Si ha cogido el coche estos días es posible que le haya parado la policía en algún control de tráfico. No le habrán pedido la autorización para acudir a su puesto de trabajo puesto que los desplazamientos por la región ya están permitidos en esta fase 1. Pero los agentes sí habrán observado el lugar de residencia que figura en su DNI. Durante los últimos días, se ha extremado la vigilancia para que la frontera asturiana siga haciendo las veces de muro de contención del virus y nadie se desplace desde otras provincias a su segunda residencia en la región. «Las Fuerzas de Seguridad están muy pendientes de que no se acceda a Asturias salvo los casos imprescindibles y permitidos en el estado de alarma», recalcó ayer la delegada del Gobierno, Delia Losa.

Controlado de afuera hacia adentro, el avance en el plan de la desescalada se juega en campo propio. El pasado lunes, primer día de la fase 1, fue problemático. La imagen de la aglomeración de más de setenta jóvenes en la terraza de un bar de Oviedo dio la vuelta a España. Fue la más extrema pero también una más que reflejaba la enorme afluencia en las calles de los principales núcleos urbanos. El Gobierno regional, a través de su presidente Adrián Barbón, se apresuró a advertir de que «si seguimos así, en diez días, estaremos confinados otra vez». Con el mal tiempo como aliado o, simplemente, superada la novedad tras más de 50 días de encierro en casa, el furor se fue aplacando.

Hoy ya es sábado y la previsión meteorológica anuncia buen tiempo. Con él, el temor de las autoridades a que se repitan aquellos episodios. Delia Losa reconocía que «tras dos meses confinados, tenemos ganas de hacer vida en común y poder hacer uso de las medidas de alivio aprobadas por el Gobierno». Para, a continuación, advertir: «Seguimos en estado de alarma y pido responsabilidad para que una vez frenado el avance del virus no se vuelva a producir una expansión que eche por tierra tanto esfuerzo personal y colectivo». La delegada del Gobierno hizo estas declaraciones tras la reunión del comité de coordinación para la desescalada que reúne a las tres administraciones -estatal, autonómica y local-. Es este marco se busca unificar criterios y ayer no hubo ni novedades ni discrepancias. El mensaje que se quería lanzar estaba claro: Asturias se juega este fin de semana el acceso a la fase 2. «Lo estamos haciendo muy bien como sociedad pero no podemos tirar por la borda dos meses de esfuerzo solo por atender una necesidad puntual que puede poner en peligro la salud de los demás», recalcó Losa.

En este sentido, el comité recordó la necesidad de mantener una distancia mínima de dos metros entre personas, lavar las manos frecuentemente con agua y jabón y usar guantes siempre que sea necesario. «Si no colaboramos entre todos no habrá norma que sea eficaz».

El llamamiento a la responsabilidad de cada asturiano irá acompañado de un refuerzo de la vigilancia de las fuerzas de seguridad, en calles y carreteras, especialmente en aquellas zonas que atraen a mayor número de personas en días proclives al turismo. «Responsabilidad y mesura en los desplazamientos», se pide desde las autoridades. La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil centrará sus esfuerzos en controlar los accesos a Asturias desde las provincias limítrofes, sobre todo las conexiones por carretera con Castilla y León, que aún tiene en Fase 0 a la mayoría de su territorio.

De forma paralela, el Gobierno del Principado ha invertido 439.000 euros en potenciar esa apelación a la responsabilidad ciudadana. «Se trata de una campaña de información y sensibilización para afrontar con éxito la desescalada», informa a través de un comunicado. No se ceñirá a este fin de semana sino que se mantendrá en vigor hasta que se superen todas las fases de la desescalada. Se distribuirá en distintos formatos publicitarios y a través de carteles en los autobuses urbanos.