Asturias se queda sin Papa luanquín
La villa gozoniega lamenta que el cardenal Ángel Fernández Artime no resultase elegido: «Es una pena, pero es joven. Aún hay esperanza»
En Luanco se respira desde hoy en la tarde un sentimiento agridulce. Por un lado existe esa aparente tranquilidad de que el mundo tenga ya un nuevo Papa, el americano León XIV, y por otro, se siente una profunda tristeza al saber que el elegido ayer por los 133 cardenales en el cónclave, no fue el cardenal luanquín, Ángel Fernández Artime.
Los vecinos de la villa gozoniega sabían que las probabilidades eran bajas, pero aún así albergaba en ellos la esperanza de que el próximo Papa fuese asturiano y de Luanco. Entre sentimientos encontrados, Miguel Ángel Vila, que lleva 30 años viviendo en la villa comentaba este jueves que «en el fondo me imaginaba que el cardenal Artime no saldría escogido porque es muy joven y tampoco era de los favoritos, pero aún así teníamos esa pequeña esperanza en el corazón», comentó el luanquín, quien añadió que «sólo espero que este nuevo Papa siga la misma línea del anterior, porque no estamos como para ir para atrás».
Cerca de él, dando un paseo con su perro y su marido, y aún intentando procesar la noticia, estaba Socorro Rodríguez. Para ella, «es una noticia muy triste, pero queremos también que la gente sepa que al cardenal Ángel Fernández Artime lo seguiremos queriendo mucho igual, aunque no sea Papa», afirmó la vecina de Luanco.
Ese sentimiento de Socorro hacia el cardenal es el mismo que comparten todos los lugareños de la villa gozoniega. Entre ellos, el propio párroco José Antonio Alonso, quien explicó que «nos tomamos esta noticia con alegría porque Dios ha escogido a quien tenía que ser. Y a la vez estamos algo tristes, pero también sentimos alivio porque el cardenal no se nos va. Hay que pensar que si era elegido, le íbamos a echar muchísimo de menos», dijo el párroco, quien recordó que «todavía estuvo aquí en Semana Santa y recibió todo nuestro cariño», contó.
También otros vecinos, como Julio Fernández, consideran que «el cardenal es aún muy joven» y mantienen viva la esperanza de que todavía tenga oportunidad de ser el primer Papa asturiano. «Si espera un poco más seguro que lo consigue», subrayó el luanquín.