Laura Guardione, entre Asturias y Madrid para vestir a las estrellas
Afincada en Llanes desde hace cuatro años, Laura Guardione está detrás de los estilismos del concurso 'Bailando con las estrellas' de Telecinco que este sábado llega a su fin
I. Barea
Jueves, 27 de noviembre 2025, 09:13
Entre diseños, reuniones y pruebas de vestuario vive Laura Guardione, una madrileña afincada en Celorio (Llanes), que pone a danzar cada semana las agujas de la sastrería de 'Bailando con las estrellas'. Ella es la jefa de estilismo de este programa de Telecinco que el sábado llega a su fin y por el que han pasado 'celebrities' como Anabel Pantoja, Bárbara Rey o la gijonesa Blanca Romero. Hace cuatro años que llegó a Asturias en busca de un cambio de vida alejado del estrés y, por el momento, allí pretende quedarse, aunque confiesa a EL COMERCIO que los compromisos laborales cada vez le exigen pasar más tiempo en la capital.
Los estilismos de este sábado, la gran final del concurso de baile, serán «muy especiales», adelanta, porque los que han llegado hasta aquí merecen brillar ese día como nunca. Aunque «ellos todavía no los han visto terminados», desvela, el resultado de esta semana tendrá sin duda un sabor singular. Trabaja bajo la dirección artística de Lola González y disfruta, sobre todo, del dinamismo de su profesión, pues cada semana «hay que ir improvisando» las prendas elegidas, dependiendo de los concursantes que vayan quedando y las coreografías que les toque defender. «En función del baile que le vaya a tocar a cada pareja, vamos diseñando o se lo pedimos a diseñadores», cuenta, intentando siempre que todo funcione y que sobre el escenario haya un equilibrio visual entre pantallas, luces y puesta en escena. Algunos de sus 'looks' preferidos hasta el momento, aunque le cuesta elegir, han sido los pasodobles de Tania Medina y Nona Sobo y el de salsa de Blanca Romero.
Su semana arranca entre compras de telas, diseños y reuniones, para pasar a las pruebas de vestuario y finalmente el ensayo con todas las prendas, que se hace los viernes. Hay que poner a prueba la comodidad de los concursantes y la resistencia de los diseños, porque «pueden pasar muchas cosas», dice, «y hay alguno que se tiene que retocar» para asegurar que en la gala todo sea coser y cantar. O, en su caso, coser y bailar.