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José Muñiz, Pedro Sánchez Lazo, Santiago García Granda y Agustín Costa, antes del inicio del debate en Canal 10.

La Universidad, en busca de su futuro

Los cuatro aspirantes desgranaron anoche en Canal 10 sus proyectos, que pasan por la mejora de las condiciones de los docentes y la internacionalización

OLGA ESTEBAN Y ELENA RODRÍGUEZ

Jueves, 7 de abril 2016, 03:24

«La Universidad de Oviedo es la institución que más ha hecho por Asturias en 412 años». Nadie discutió esta afirmación de Santiago García Granda. Más desacuerdo hay en qué va a suceder en el futuro, en si la Universidad mantendrá ese liderazgo social y cómo debe hacerlo. Sobre ello debatieron ayer los cuatro aspirantes al Rectorado en el transcurso del programa especial de La Lupa, de Canal 10. Pedro Sánchez Lazo, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular; Santiago García Granda, catedrático de Química Física; Agustín Costa, catedrático de Química Analítica, y José Muñiz, catedrático de Psicometría, debatieron largo y tendido sobre ese modelo de futuro, sobre lo que hay que cambiar, lo que se debe mantener, sobre dónde poner el foco y el acento. Y, sobre todas las cosas, de dónde sacar los fondos necesarios para llevar a cabo los proyectos que unos y otros han plasmado en sus programas. La Universidad de Oviedo ha vivido y sufrido la crisis en primera persona y, entre un realismo cercano al pesimismo y el esperanzador optimismo, los cuatro candidatos dibujan un futuro en el que la institución deberá buscar, también, alumnos fuera de nuestras fronteras.

Situación actual

Desmotivación y pérdida de posiciones en los rankings

«Asentada y a la expectativa». Así ve José Muñiz el presente de la institución académica después de haberse adaptado al Espacio Europeo de Educación (Plan Bolonia), lo que supuso pasar de 71 títulos a los 51 actuales «casi a coste cero», y profesores y Personal de Administración y Servicios hayan sufrido los ajustes de la crisis. En un momento en el que se plantea el cambio de modelo (3 años de grado y dos de máster), algo que considera «lamentable» cuando acaba de finalizar la adaptación a Bolonia, se muestra, no obstante, «optimista» porque se sitúa en el número 14 de las 48 que hay en España. Un sentir que no comparten ninguno de sus tres adversarios. Costa aludió al último informe del BBVA para señalar que la Universidad de Oviedo «está tirando hacia abajo y hacia la mitad. Se defiende, dijo, en docencia e investigación, pero suspende en transferencia tecnológica y captación de fondos europeos». Además, advirtió, que la institución académica va «a distintas velocidades. Depende de las zonas y las áreas de conocimiento». Para Pedro Sánchez Lazo, «la Universidad, como el resto de las españolas, ha sufrido una crisis financiera, institucional y de valores, lo que ha llevado a una profunda desmotivación. La situación -subrayó- es crítica y el que salga elegido rector tendrá la importante tarea de devolver la ilusión». Santiago García Granda también se refirió a «la pérdida de posiciones de la Universidad en el plano nacional e internacional» e hizo hincapié en los efectos de la tasa de reposición (las limitaciones para cubrir jubilaciones), lo que «hace muy difícil el relevo generacional». Sobre los ajustes, afirmó que «en el 'contrato' que los alumnos firman no está recogido que pasen horas sin calefacción» Granda -que estaba en el equipo rectoral cuando se aprobó el Campus de Excelencia Internacional- indicó que «se consiguieron fondos importantes en un tiempo récord. Era un ejercicio bueno, pero lanquideció».

Campus y titulaciones

De no hacer cambios a plantear INEF y Criminología

«Quien salga elegido rector sabe que va a contar con cero recursos. Proponer titulaciones en los diferentes campus es una subasta fútil», manifestó Lazo. Y Granda, que ve «bien el mapa de titulaciones», se mostró a favor de «no hacer cambios hasta que todos los títulos estén evaluados». Únicamente, al haberse impartido, «estar ya planificado y no implicar costes», defendió la implantación del grado de Organización Industrial. Como ya viene haciendo desde hace tiempo, Muñiz se mostró mucho más ambicioso . «Creo que hay una oportunidad de oro para reorganizar el campus de El Cristo» y recordó su propuesta de implantar INEF en Mieres y el grado de Criminología en la Facultad de Derecho. Costa ve «impensable» implantar INEF. «Hay que ser realista y pagar bien a nuestros profesores. No creo que sea el momento, mientras Medicina, por ejemplo, está dividida en dos. No se pueden proponer cosas que no se van a hacer en cuatro años». Muñiz respondió que «no son ocurrencias» y «hay que pensar en campus para los próximos 25 años. Lazo comparte tener «un proyecto estratégico a 15 años» y García Granda tampoco ve que «INEF solucione el problema de Mieres». Ve mejor «mejorar las instalaciones docentes e investigadoras, mejorar las residencias, la oferta deportiva y la interacción con el Parque Científico y Tecnológico de Gijón».

Profesorado e investigación

Piden descentralización y critican la alta burocracia

Costa defendió rebajar los 32 créditos de docencia, que «no permiten hacer investigación», a 24 y tildó de «indignante lo mal pagado que está el profesorado. Un doctor no puede cobrar 600 euros por dar clase. Es una miseria». Una valoración, que pese a las diferencias que les separan, compartió Pedro Sánchez Lazo: «Uno de los grandes errores de este equipo ha sido la contratación de falsos asociados. Se vanagloria de que no se ha despedido a nadie, pero el precio que se ha tenido que pagar ha sido demasiado alto». Granda -para el que la «tasa de reposición ha puesto en jaque a la Universidad- cree que no se «luchó con fuerza» contra sus repercusiones y abrió, como Costa había hecho, otro de los asuntos del debate: la «excesiva burocratización». «Un investigador dedica el 20% de su tiempo a hacer gestiones. Es algo que hay que erradicar». «La burocrratización es una calamidad», añadió Costa: «Hay que descentralizar proyectos y el gestor debe estar cerca del investigador». En este sentido, propuso tener una tarjeta de bolsillo para poder hacer pagos. «Ahora mismo no podemos comprar un libro en Amazon ni un vuelo barato. Estamos gastando fondos por la mala gestión», indicó Granda, quien se mostró a favor de «incentivar a los grupos de investigación ya evaluados con recursos humanos y financieros» y de que «las facturas se puedan resolver en cuestión de cinco segundos». «Hay que dar responsabilidades a la gente», comentó Lazo, quien también ejemplificó cómo, siendo director de departamento, «tampoco yo puedo comprar las pilas para el proyector». José Muñiz se mostró más partidario de «potenciar el Servicio de Investigación para la consecución de proyectos».

Alumnos

Captación de estudiantes de fuera para los postgrados

Son 22.000 los estudiantes que hoy en día llenan las aulas de la Universidad de Oviedo y muchas las propuestas que los candidatos tienen para ellos. Pero, más allá de cuestiones concretas, la cuestión está en el tipo de alumnado que tiene y que tendrá la institución. Los estudios de postgrado cobran cada vez más protagonismo (tienen 2.500 alumnos), por lo que para todos los candidatos este ámbito cobra especial importancia. Para José Muñiz, por ejemplo, deben ser el «buque insignia» en el futuro y tanto él como Santiago García Granda hicieron hincapié en la necesidad de un potente Centro Internacional de Postgrado. Porque a ninguno se le escapa, además, otro objetivo fundamental: la captación de estudiantes de fuera del país. Dice Muñiz que ahora hay un 5% de estudiantes extranjeros y que sería deseable llegar al 20%. Pedro Sánchez Lazo abogó por implicar a los estudiantes en todas las decisiones y reglamentos que les afecten, y en ofrecerles servicios básicos como comedores, transporte e infraestructuras deportivas, mientras que Costa puso el acento en la necesidad de potenciar la creatividad y la formación emprendedora en las aulas, así como en devolver la gestión de los postgrados a los propios centros.

Hablaron todos los candidatos de las ayudas económicas a los estudiantes, también de las becas a la excelencia y García Granda se refirió concretamente a una de las cuestiones que más contestación estudiantil ha provocado en los últimos tiempos: el régimen de permanencia. Abogó, directamente, por cambiarlo, entre otras cosas flexibilizando el número de convocatorias. Además de eso, propuso aprobar una Carta de Servicios. Objetivo: que los estudiantes tengan claro qué pueden esperar de la Universidad al matricularse.

Financiación y gestión

Alternativas para afrontar una pérdida de 30 millones

Durante las dos horas de debate, los candidatos fueron poniendo el acento en los alumnos, en los profesores, en la investigación, en los campus... Pero, en realidad, en el centro de todo está una sola cosa: la financiación. De ello depende todo lo demás. Hasta tal punto que a alguno no le dolieron prendas para admitir la «angustia» que producen las cifras actuales de la Universidad. En los últimos seis años, aproximadamente, la institución ha perdido 30 millones de euros, hasta quedarse con los 195 disponibles para este año. El 70% de su presupuesto llega directamente del Principado (tan solo un 14% procede del pago de la matrícula de los estudiantes), que financia unos 9.000 euros por alumno, así que todas las miradas están puestas ahí. «Hay que decirle al Principado que no vea el gasto en la Universidad como gasto, sino como inversión. Y pedir en base a unos objetivos», aseguró Muñiz. Sobre la mesa se puso la posibilidad de firmar con el Ejecutivo un contrato programa. Granda va un poco más allá y propone una mesa de coordinación entre ambas instituciones, que se reúna cada dos meses, siendo en cualquier caso autocrítico, al admitir que, quizás, desde la Universidad «no hemos sido lo suficientemente proactivos». Y aquí llegó uno de los grandes reproches de la noche al actual equipo rectoral: «Con el Principado hay que mantener una relación cordial pero firme. Lo que no se puede hacer jamás es romper esa relación, que es lo que ha sucedido ahora, una ruptura suave: sin reñir, pero no hablamos».

Con ruptura o sin ella, Sánchez Lazo lo resume de forma contundente: «Hay que conseguir que el Principado se implique más».

Pero hay más. Hay que buscar nuevos fondos. «Hay que ofrecer algo más que gestión y transparencia», defiende Costa, que vuelve una y otra vez al camino del emprendimiento para «crear empleo y riqueza». La relación con las empresas surgió en varias ocasiones durante el debate. Eso, y la casi urgente necesidad de buscar financiación a través de proyectos europeos y de que los equipos de investigación sean capaces de captar fondos. Entre tanta propuesta de relación con las empresas y de búsqueda incluso de mecenazgos, Muñiz lanzó una advertencia: «Esto no es una academia para las empresas. Esto es el templo del saber».

Proyección hacia el exterior

Visibilidad e internacionalización

La relación de la Universidad con la sociedad asturiana y la de fuera de nuestras fronteras, con el tejido empresarial, con las instituciones, centró el último bloque del debate. Una relación con el exterior que Agustín Costa, fiel a su discurso, basa en gran medida en la creación de empresas que pongan a la institución «en Europa». El resto de candidatos dibujó una estrategia más amplia, que para Sánchez Lazo se resume en logar la visibilidad de la Universidad, que entre otras cosas debería pasar, defiende, por aprovechar lo que se ha dado en llamar el Espacio Iberoamericano del Conocimiento. García Granda, por su parte, aboga por una «verdadera estrategia de internacionalización basada en resultados y no como hasta ahora, con mucha palabra y algunos viajes». Coincidió con Muñiz en la importancia de la Extensión Universitaria. Este último propuso también potenciar también del Departamento de Comunicación, «para dar a conocer lo que hacemos».

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