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OLGA ESTEBAN / LUCÍA RAMOS
Viernes, 29 de abril 2016, 03:14
Santiago García Granda es el nuevo rector de la Universidad de Oviedo. El catedrático de Química-Física superó finalmente al de Psicometría, José Muñiz, en unas elecciones disputadas hasta el final, quizás las más reñidas de la institución académica. Si la primera vuelta había dejado claro que Granda y Muñiz tenían muy repartidos sus apoyos, la jornada de ayer lo confirmó. Imposible aventurar un ganador hasta que el escrutinio estuvo muy avanzado. Porque aunque Granda parecía ir por delante, la diferencia porcentual era tan pequeña (la máxima distancia llegó a ser de 4 puntos) que podía cambiar en cualquier momento. Pero ya no lo hizo y aunque la distancia se acortó, fue definitiva. Y al final, Granda obtuvo casi un millar de votos más que su contrincante: 3.665 votos frente a los 2.687 de José Muñiz. En voto ponderado, un 51,17% de apoyos al nuevo rector frente al 48,77% de Muñiz.
Varias cosas pueden haber influido en este refuerzo. Sin duda, lo más importante, la movilización del sector más progresista de la Universidad de Oviedo, que no estaba dispuesto a dejar el Rectorado en manos de quien estaba considerado, desde el principio, como el 'delfín' del ya exrector, Vicente Gotor. Además, García Granda había logrado el apoyo público de Pedro Sánchez Lazo, quien tenía tras de sí nada menos que 1.800 votos, con el apoyo mayoritario de los estudiantes. Y fue precisamente en ese sector en el que Granda ha ganado 1.200 apoyos en una semana. Pero el nuevo rector considera que el acuerdo «no ha influido demasiado». Es más, tachó de «decepción» no haber obtenido el trasvase de votos de docentes que esperaba de Sánchez Lazo a su candidatura. Los estudiantes, dijo, «toman sus propias decisiones».
Lo cierto es que los alumnos tienen poco peso en el voto ponderado y lo realmente importante era sumar apoyos en los otros sectores. No hubo una aplastante victoria. Pero sí quedaron claros los 'favoritismos' entre los distintos sectores. José Muñiz se volvió a imponer con claridad en el que más peso tiene en el voto ponderado, los profesores doctores con vinculación permanente, que son además el colectivo que mayor participación registra. También es el favorito para el Personal de Administración y Servicios, el PAS.
Por contra, García Granda ha conseguido convencer al resto de personal docente e investigador y, sobre todo, ha logrado el favor de los estudiantes. Y si se trata de hacer un análisis territorial, también tiene el apoyo de Gijón. En el campus gijonés y en los alumnos ha encontrado Santiago García Granda su plataforma al Rectorado de la Universidad de Oviedo. Con esos dos 'fuertes' ha conseguido compensar el menor apoyo obtenido entre los profesores doctores con vinculación permante.
Apoyo de los estudiantes
«Aún estoy digiriendo los resultados», admitía el rector electo de la Universidad de Oviedo en el Edificio Histórico, cuando los datos eran más que definitivos. A falta de un análisis más pormenorizado, reflexionaba: «Hemos tenido un resultado extraordinario en estudiantes», donde logró una diferencia de más de 1.000 votos respecto a Muñiz. «Y bastante parecido en el resto de sectores», apostilló.
Lo explicaba, primero, ante los medios de comunicación. Pero después, Santiago García Granda tuvo ocasión de dirigirse a todos los presentes para sentar las bases del trabajo que inicia hoy mismo, entre aplusos y los sones de 'Soy de Verdicio'. Algunos seguidores se arrancaron con la canción que define los orígenes del nuevo rector, como él mismo reconoce. Con el programa bajo el brazo, se comprometió a «cumplir los compromisos dentro de las posibilidades presupuestarias que tenemos», a abrir las puertas de la Universidad de Oviedo entre sus paredes y más allá de ellas, porque «hay que sacar la universidad fuera de los muros» y a superar las dificultades, que las habrá, «a base de trabajo, eficiencia e ilusión». «Lo que toca es ponerse a trabajar todos juntos, y con todos quiero contar para poner en marcha medidas dinamizadoras».
Entre sus primeros objetivos, conseguir una moratoria del reglamento del regimen de permanencia y acordar con los estudiantes uno nuevo; solucionar la burocracia que tanto preocupa a los docentes e investigadores y acabar con la precariedad de los profesores asociados. Sin fijar aún, una de las citas más «importantes», la que debe tener con el presidente del Principado para «tratar la estrategia a seguir durante los próximos cuatro años».
De quién hará todo ese trabajo a su lado, ni una palabra. El equipo está en su cabeza pero nada ha querido adelantar. No hasta el día 5, cuando se celebre la proclamación definitiva. La única 'pista' es que quiere abarcar «todas las disciplinas y ramas de conocimiento, que sean personas activas y que tengan el perfil que espero para un profesor universitario, docente e investigador».
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