Borrar
El Real Avilés ya tiene rival para el ascenso a Primera Federación
Andrés Herrera fue confirmado por el hoy Papa León XIV. E. C.
«León XIV se ensuciaba por nosotros. Cuando pasaba algo, era el primero en dar la cara»

«León XIV se ensuciaba por nosotros. Cuando pasaba algo, era el primero en dar la cara»

El peruano residente en Avilés Andrés Herrera, de 18 años, fue confirmado por el nuevo Papa: «No solo yo, todos los chiclayanos le recordamos con cariño»

Aida Collado

Gijón

Viernes, 9 de mayo 2025, 22:21

No es uno, ni una decena, ni un centenar, sino una legión de fieles incondicionales la que el nuevo Papa dejó a su paso por Perú, donde ocupó, en el mejor sentido de la palabra, gran parte de su vida dejando una profunda impronta imposible de borrar. Que se lo digan al joven Andrés Herrera, que acaba de estrenar la mayoría de edad y hace solo tres meses que cruzó el charco para instalarse en Avilés con su madre, Jakeline. Él fue de los últimos católicos de Chiclayo que recibió la confirmación hace un par de años de manos del entonces obispo y hoy máxima autoridad de la Iglesia, antes de que Francisco le trasladase definitivamente al Vaticano.

«Recuerdo de él muchas cosas, era una persona muy humana, muy allegada al pueblo. Se ensuciaba por nosotros y, cuando ocurría algún problema, era el primero en dar la cara y estar ahí, en apoyar a la gente para que no cayésemos como población», recuerda emocionado.

Es devoción lo que transmiten sus palabras y, advierte, no es individual sino colectiva: «No solo yo, lo recordamos con cariño todos los chiclayanos». Por lo que fue allí y lo que será en Roma. «Le tengo mucha esperanza. Por lo que le he conocido, ha demostrado ser, como dice mi abuela, casi un santo, una persona muy amable, que conoce la situación que vive el pueblo latinoamericano y que, creo, va a mantener la misma actitud».

Así pues, confirmarse con él «fue una gran suerte, porque fue justo antes de que se fuera». La localidad peruana vivió su partida con tristeza, pero el tiempo ha cambiado a la fuerza su perspectiva. «Es una cosa de locos ver cómo ha pasado de un pueblo como es Chiclayo a convertirse en el general de Dios, que dirige todo el mundo. Es increíble», sintetiza.

Su madre, Jakeline, no llegó a conocerle. «Cuando él fue obispo en mi ciudad yo ya vivía aquí, pero mi madre me ha dicho que es una persona humilde y sencilla. Cuando fue la pandemia, bendijo las calles. También le vieron, cuando hubo lluvias torrenciales, poniéndose las botas para mezclarse con la gente y pedir por los damnificados«, confirma.

Así que para ella, como para los suyos, «más que todo, es una alegría». Y un orgullo que «ya siendo Papa se acordara de Chiclayo», en lo que para todos los peruanos residentes en Asturias «ha sido un gesto muy bonito.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «León XIV se ensuciaba por nosotros. Cuando pasaba algo, era el primero en dar la cara»