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Lorena Albuerne, en la gijonesa Farmacia Constitución, enseña una de las mascarillas que tiene a la venta. J. C. TUERO

Coronavirus | Las mascarillas llegan a Asturias con cuentagotas

Los farmacéuticos tienen dificultades para recibir los pedidos y ven cómo han entrado en el sector proveedores que hasta ahora eran ajenos a él

ANA RANERA

GIJÓN.

Jueves, 16 de abril 2020, 02:04

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Hacerse estos días con mascarillas resulta prácticamente imposible. Muchas son las farmacias que anuncian su ausencia en los escaparates mientras que, en el interior, reciben constantes llamadas telefónicas de clientes que intentan, desesperadamente, comprar una. Lo mismo les está ocurriendo a muchas empresas que, al retomar sus actividades, necesitan distribuirlas entre sus trabajadores y son incapaces de hacer acopio de un buen número para repartir entre su personal.

Todos los farmacéuticos coinciden en estar viviendo una permanente espera tanto para recibir las mascarillas quirúrgicas como para disponer de alguna de las variedades de las más sofisticadas que filtran el aire que se inhala del exterior. «Ya no me atrevo a decirle a la gente cuándo tendremos mascarillas porque luego no sé si me llegarán los pedidos», asegura Jaime Ortega-Meder. «Tengo apalabrado para la próxima semana un pedido de FFP2, pero no sí se me va a a llegar», añade. Pese al desabastecimiento, parece que el caos de los primeros días comienza ya a disiparse. «Nos están empezando a llegar ahora las mascarillas quirúrgicas. Hasta estos días, eran constantes las llamadas telefónicas de clientes y no teníamos nada porque nos las ofrecían a precio de oro», indica la también farmacéutica Lorena Albuerne. Lo mismo le ocurre en su farmacia a Eduardo Palacio: «Llevamos prácticamente un mes sin tener mascarillas, pero contamos con que esta semana nuestros proveedores habituales nos empiecen a suministrar las quirúrgicas», apunta.

Las pocas que llegan lo hacen a precios desorbitados, y eso provoca que muchos farmacéuticos opten por no comprarlas para, de esa manera, evitar que parezca que son ellos los responsables de este exponencial incremento de las tarifas. Y es que, con la crisis sanitaria, han entrado a formar parte del canal farmacéutico muchos proveedores que hasta ahora nunca habían distribuido en este sector. «Muchos de mis compañeros han optado por vender mascarillas, aunque tengan que cobrar más, porque ellos las han comprado también más caras, pero yo, por ejemplo, elegí no ofrecerlas para que no me acusen de usura cuando no es nuestra culpa», explica Ortega-Meder. Esto mismo opina Lorena Albuerne, al frente de la gijonesa Farmacia Constitución: «Prefiero decir que no tengo a tener que pedir por ellas una barbaridad y que parezca que la culpa es nuestra».

«Hasta estos días no teníamos nada, porque nos las estaban ofreciendo a precio de oro»

Eduardo Palacio también prefirió no hacer acopio de mascarillas hasta que sus distribuidores habituales no se las ofrecieron. «No quisimos recurrir a este tipo de proveedores que nos ofrecían material a precios desorbitados de una calidad y procedencia desconocidas. Era poner en juego el prestigio de nuestra farmacia», señala.

Otros farmacéuticos, sin embargo, optaron por continuar ofreciendo ese material a la población, aunque al comprarlas a precios elevados tuvieran ellos que venderlas también más caras de lo habitual. «Nosotros ahora mismo solo tenemos de las quirúrgicas y, pese a que el precio de compra es muy superior al habitual, la gente lo paga porque es cuestión de salud», indica Alba Fernández.

Por eso, desde el Colegio de Farmacéuticos abogan por una regularización de los precios de las mascarillas. «Si no se regula el precio de las mascarillas, seguirá ocurriendo lo que está ocurriendo ahora, que gente ajena a los canales farmacéuticos ponga el precio que les interesa y a los farmacéuticos no nos queda más remedio entonces que repercutirlo», explica Jaime Ortega-Meder, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Asturias. La desesperación se apodera de estos sanitarios que ven cómo su imagen queda dañada cuando no son ellos los culpables de este repentino incremento de los precios. «Nos gustaría que el precio se unificara. Por eso espero que, dentro de poco, la situación se regule y, así, el precio se normalice y vuelva el agua a su cauce», señala Eduardo Palacio. Además, los farmacéuticos piden la rebaja del IVA de estos productos. «Actualmente tienen un IVA del 21% y deberían pasar a un 4%», opina Ortega-Meder.

Además, a los farmacéuticos les gustaría que la red de farmacias contribuyera en la lucha contra el coronavirus y, por eso, se ofrecen para que, desde sus establecimientos, se distribuyan las mascarillas a la población altruistamente. «Los farmacéuticos nos ofrecemos a Sanidad para que las farmacias sean el lugar desde donde se suministren las mascarillas a la población y estamos dispuestos a hacerlo sin margen de ganancia», asegura Jaime Ortega-Meder. Ellos tienen muy claras sus ganas de colaborar durante esta crisis sanitaria, pero, de momento, no obtienen respuesta a sus propuestas. «Están dejando de lado a las farmacias. Lo único que queremos es ayudar y no nos están dejando hacerlo», sentencia.

Vídeo.

En las localidades asturianas, de momento, se impone la confusión acerca de la necesidad y los usos adecuados de mascarilla y esto lleva a que la población combata el desabastecimiento de estos productos a base de improvisación e ingenio. Con todo tipo de métodos caseros se ha echado estos días la gente a las calles para intentar protegerse del virus. Cubrirse la nariz y la boca con bufandas y pañuelos, utilizar protecciones de pintor y echar mano de cualquier tela que hubiera al alcance en casa son algunas de las fórmulas que ponen en práctica los asturianos con la intención de protegerse en sus contadas salidas al exterior.

Aunque ya parece que en los próximos días el desabastecimiento irá, tímidamente, remitiendo, aún es sumamente complicado para las farmacias, los distribuidores y los ciudadanos de a pie hacerse con mascarillas de cualquier tipo que les permitan sentirse seguros cada vez que necesiten atravesar las puertas de su casa y se vean expuestos.

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