Niega que intentara asesinar a su bebé quemando su cuna y alega que solo quería «fastidiar» a su hermano
La acusada de prender fuego a un juguete y causar quemaduras en la mano a la pequeña de cuatro meses en la localidad valenciana de Massamagrell se enfrenta a 25 años de prisión por tentativa de asesinato
Ignacio Cabanes
Valencia
Martes, 22 de julio 2025, 13:40
«La cabeza se me fue un poquito, actué por rabia, por fastidiar a mi hermano, pero se me fue de las manos». Es la excusa que ha esgrimido la mujer acusada de intentar asesinar a su hija, de solo cuatro meses, provocando un incendio en la cunita en la que descansaba la bebé, en el domicilio que compartía con su madre enferma de cáncer y su hermano en la localidad valenciana de Massamagrell. La procesada, para la que el Ministerio Fiscal solicita una pena de 25 años de prisión, niega que prendiera fuego a la cuna y que quisiera hacerle ningún daño a su hija.
La acusada reconoce que ella provocó el incendio ocurrido en enero de 2022 tras quemar con un mechero -que fue localizado dentro de la cuna- un juguete de espuma, de los que habitualmente se cuelgan sobre las cunas de los bebés, que le había regalado el tío de la menor. «Se me juntó todo», la enfermedad oncológica de su madre, las tiranteces con el padre de la niña y los problemas con su hermano. «Pasé el embarazo sola, la cuidaba sola, necesitaba dormir, …», explica la acusada sobre el estado de depresión en el que entró tras el parto.
Asimismo alega que ese día se había bebido cuatro o cinco latas de cerveza y se acababa de tomar unos 21 comprimidos de diazepam. «Tenía ganas de morirme, y por llamar un poco la atención porque me sentía muy sola», esgrime sobre los motivos que le llevaron a ello. «A mi hija no quería hacerle daño, me lo quería hacer a mí», remarca la procesada en el juicio celebrado esta mañana en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia.
Los hechos ocurrieron a las 16.20 horas del día 8 de enero de 2022 cuando después de comer la acusada se encerró junto a su hija, de cuatro meses de edad, en el dormitorio de su domicilio. Según sostiene la Fiscalía, la mujer tenía el propósito de acabar con la vida de la menor y prendió fuego a una manta y la colocó bajo la cuna donde se encontraba la pequeña. Después prendió fuego a un juguete de peluche, y este empezó a gotear sobre la niña, afectando a la almohada y al lateral interior de la cuna. Fruto de ello la bebé sufrió una quemadura de primer grado en dorso de la mano izquierda.
La acusada niega que encendiera el juguete encima de la cuna, «ni mucho menos», pero no ha sabido explicar cómo pudo llegar el fuego a la cuna y lo atribuye a «salpicaduras» de cuando forcejeaba con su hermano para quitarle el juguete en llamas, según informa Las Provincias.
El tío de la menor asegura que cuando entró en la habitación, al escuchar los gritos de su madre y su hermana, vio que había humo, fuego en el suelo y en la cuna. El testigo cogió a la bebé para protegerla y se enfrentó con su hermana, «estaba agresiva», según recuerda. «Creo que le vino grande ser madre y se vio sola para criarla», añade el hermano de la acusada, quien ha destacado la dedicación que su hermana tenía con su hija, las 24 horas los siete días de la semana, al tiempo que tenía que cuidar de su madre enferma.
Lesiones por imprudencia
Por su parte, la defensa trata de acreditar que no hubo dolo por parte de su representada y que en todo caso se trataría de unas lesiones leves por imprudencia y un delito de incendio, también por imprudencia. Además, se dan varias circunstancias atenuantes, como la reparación del daño, tras haber pagado los 950 euros de la responsabilidad civil, y la afectación por el consumo de alcohol. Asimismo, con posterioridad a los hechos le diagnosticaron un trastorno psíquico y ha estado bajo tratamiento.