«Esto no ha hecho más que empezar»
Santiago Herrero, médico gijonés en China, es crítico con la actuación del Gobierno: «Sus medidas llegan tarde para todo»
LAURA MAYORDOMO
GIJÓN.
Jueves, 12 de marzo 2020, 16:30
Desde hace seis días descansa junto a su pareja en Phuket, Tailandia, «el mejor sitio que se me ocurre para pasar una cuarentena», dice Santiago Herrero. Pero los cuarenta y dos días que este médico gijonés -que desde 2015 trabaja en el Jilin Heart Hospital, en la ciudad china de Changchún, donde dirige el departamento de la unidad de cuidados postoperatorios cardíacos, la unidad coronaria, la de medicina crítica y la de manejo no invasivo cardiológico y respiratorio- estuvo confinado, de forma voluntaria, los pasó entre las cuatro paredes de su casa, en una ciudad en el noreste del país, a mil kilómetros de Pekín, de la que solo salió en dos ocasiones para comprar comida. La del aislamiento de la población es, hoy por hoy, la mejor solución que ve ante el avance del coronavirus en España. «Es el único modo de contención».
Herrero sigue al día lo que ocurre en España. En Asturias. Y se muestra muy crítico con el manejo que el Gobierno ha hecho de la crisis del coronavirus: «Ha llegado tarde para todo. Las medidas se tendrían que haber tomado antes». Tardía e insuficiente le parece por ejemplo la de prohibir grandes concentraciones o la de limitar la movilidad de la población para evitar contagios. A su juicio, «tienen que dar la orden de cerrar ya» Madrid y otras ciudades en las que la incidencia del Covid-19 es mayor. Si no, advierte, «van a conseguir que el número de casos que se verán a partir de ahora se multiplique exponencialmente». Él ha hecho los cálculos: «Hoy (por ayer) había en España 2.128 casos y 47 muertos, nueve más que el día anterior. En los próximos diez días estaremos hablando de 7.000 casos, pero vamos a llegar a más. Y probablemente se alcance la cifra de doscientos muertos».
Esa multiplicación de contagios por coronavirus en España, más en concreto en la capital madrileña, tienen para el médico gijonés un desencadenante claro: la multitudinaria manifestación del 8-M, Día internacional de la Mujer. Ese día había en España 613 casos y 17 muertos, «más que cuando China dio la orden de cerrar a cal y canto la provincia de Hubei», compara. El lunes 9 de marzo, «los casos en España habían subido a 1.046 y 26 muertos. 433 casos más y nueve muertos en un solo día. En Madrid, se pasó de 202 a 578 casos», detalla para remarcar lo que a su entender fue una «irresponsabilidad» de un Gobierno, que «da más importancia a su política estrella que a la protección de la ciudadanía». Las consecuencias, dice, se verán «en diez días». Cuando, prevé, «habrá una multiplicación de los casos. Y no va a haber hospitales ni medios suficientes para atenderlos».
Consciente de que sus palabras pueden resultar hasta cierto punto apocalípticas, no ceja en la alerta: «Esto no ha hecho más que empezar». Y por si alguien a estas alturas no lo sabe, insiste: «Las mascarillas no valen para nada. Lo único que evita el contagio es lavarse bien las manos».