En busca de las olas por la costa de Asturias
El surf se mantiene al alza como uno de los reclamos para visitar el Principado
Es más que un deporte y, por eso, son cada vez más los que deciden viajar con su tabla en busca de las mejores olas ... cada verano. Escuelas, campeonatos y alojamientos especializados reúnen a los aficionados de esta actividad que lleva años ganando espacio en la costa asturiana y hoy es uno de los grandes atractivos turísticos de la región. Playas como San Lorenzo, Salinas, Rodiles o Xagó ofrecen posibilidades para distintos niveles, y la comunidad que han creado en torno a este deporte las han situado en el mapa como uno de los destinos favoritos para expertos y principiantes.
En Gijón, que cuenta con varias escuelas y alojamientos especializados, «cada año se ve el crecimiento», afirma Daniel Aznar, de North Surf House. «Quizá ahora no crece tan exponencialmente como hace años» matiza, «pero a partir de la segunda semana de julio se ve mucho ambiente en la ciudad». La mayoría de los viajeros, cuenta, tiene entre 25 y 40 años y viene de otros lugares de España o de Europa buscando, principalmente, «escapar del calor». Coincide con él Mareike Nissen, de Gijón Surf Hostel, que explica que cada vez hay más personas que vienen para encontrar «un clima más agradable». Y en Asturias, además, disfrutan de una «gran variedad» de lugares donde disfrutar de esta afición. «Las playas entre sí son muy diferentes», y además del surf «pueden ir al monte, a conocer pueblos...». Aunque la interrupción de la pandemia supuso un parón que «destruyó las estadísticas», confirma que el número de viajeros en esta temporada se ha mantenido similar al de los años anteriores.
Es el caso de Sergio, que se aloja estos días en Gijón procedente de Valencia, donde sintió la necesidad de escapar de «ese calor tan agobiante del sur». Acostumbrado a viajar con su tabla, ha pasado por lugares como San Sebastián y el País Vasco francés, pero atraído por las recomendaciones –«y la sidra», confiesa–, decidió probar suerte este año en la costa asturiana. «Me gusta conocer olas nuevas, buscar nuevos paisajes, también hago fotografía... Voy viajando por los lugares que me recomiendan», explica. Y Asturias, esta vez, ha «superado» sus expectativas. ¿Lo mejor? «La variedad de olas», afirma. Y como en cualquier comunidad que se precie, también «los amigos que he hecho surfeando». Ha encontrado en esta región a «gente bastante abierta», «porque cuando vas más al norte, a ciudades como Biarritz o Hossegor, el surf es un poco más agresivo, hay mucha gente que es local, y aquí, por el contrario, en tres días me han mostrado ya cuatro playas diferentes», cuenta. «Es una locura».
Olas, un clima agradable y buena gastronomía: los ingredientes de un cóctel que mantiene al alza una tendencia que parece que no tiene intención de bajar.
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