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Pensar en el futuro siempre da vértigo y esta sensación es aún más fuerte cuando te planteas cuestiones relacionadas con cualquier tema hereditario. Tomar la decisión de hacer testamento, plantearse el contenido del testamento vital o sentarse con tu pareja para valorar qué va a suceder cuando uno de los dos no esté son temas que probablemente alejes de tu día a día y encuentres razones para dejarlos para más tarde. Tal vez porque te acercan a situaciones difíciles que no son agradables de analizar y de superar.
Sin embargo, sí es importante conocer tus derechos, tener en cuenta las opciones que existen y analizar si en tu caso resulta interesante dar algún paso más cuando aún estás a tiempo. Y esta que es una conclusión aplicable sea cual sea tu posición particular, lo es mucho más cuando hablamos de los derechos que tienes en la herencia de tu cónyuge o, a la inversa, los derechos que tiene tu cónyuge en tu herencia. Saber en qué consisten y buscar una solución anticipada a los problemas que pueden surgir evita después muchos inconvenientes.
Estas son las claves que debes conocer:
1
Para hablar de tus derechos hereditarios como cónyuge, tienes que estar casado con el causante, como es obvio, y no tienes que estar separado judicialmente ni tampoco de hecho. Si en lugar de estar casado o casada tienes una pareja de hecho, debes tener en cuenta que las parejas de hecho no tienen reconocidos derechos hereditarios en nuestro Código Civil, aunque sí aparecen en algún derecho foral. En estos casos, la única forma de que reciban parte de la herencia es que se les deje específicamente por medio de testamento.
2
Sólo si no existen descendientes ni ascendientes como cónyuge viudo heredas toda la herencia. Ahora bien, si coincides con descendientes, tan solo tendrás derecho al usufructo de una tercera parte de la herencia. Si no existen descendientes pero sí ascendientes este derecho de usufructo es más amplio y recaerá sobre la mitad de la herencia.
3
Cómo cónyuge eres uno de los herederos forzosos por lo que el otro cónyuge al hacer testamento tendrá que dejarte una parte con independencia de que existan otros herederos. Esta parte constituye tu legítima.
Esta parte mínima a la que tienes derecho siempre es en usufructo y en cuanto a su importe varía en función de con qué otros herederos concurres en la herencia.
Si coincides con descendientes, tu legítima es el usufructo de una tercera parte de la herencia (el tercio destinado a mejora). Si coincides con ascendientes tu legítima es el usufructo de la mitad de la herencia. Si en la herencia no hay descendientes ni descendientes tu legítima es el usufructo de dos terceras partes de la herencia.
Puesto que se trata de un mínimo, hacer testamento permite tomar la decisión de mejorar al cónyuge viudo, tal y como explicamos a continuación.
4
Siempre y cuando se respeten las legítimas de los herederos forzosos el testador puede disponer del resto de su herencia como tenga por conveniente, por lo cual es perfectamente posible, y de hecho es lo más habitual, que pueda dejarte más de lo que hemos comentado hasta aquí que te corresponde por legítima.
De hecho la cláusula más frecuente que se suele incluir en los testamentos es el cónyuge tenga el derecho de usufructo de toda la herencia, aunque también se puede optar por mantener el usufructo mínimo de la legítima del cónyuge viudo y dejarle en propiedad el tercio de libre disposición.
5
El derecho de usufructo implica que tienes derecho a usar y disfrutar de los bienes, a obtener todos sus frutos, por tanto, tanto a usarlos personalmente como a alquilarlos.
Un consejo final. Como has visto, como los cónyuges tienen derechos hereditarios tanto si el causante ha hecho testamento como si no, pero es muy aconsejable hacerlo. Se puede mejorar su situación, se puede concretar su derecho en bienes concretos en lugar de establecer un usufructo, se puede proteger que tenga el uso de la que ha venido siendo la vivienda habitual del matrimonio... hay muchas opciones y, aunque cueste, merece la pena explorarlas para enfrentarse al futuro de la mejor forma posible.
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