Borrar
Pachi Poncela, en Begoña. ARNALDO GARCÍA
«Vivimos en una nebulosa de cachopismo y pelayismo»

«Vivimos en una nebulosa de cachopismo y pelayismo»

«En Asturias sobran mal tomados, reímonos regular y tenemos una especie de idealización de nosotros mismos»

M. F. ANTUÑA

GIJÓN.

Domingo, 30 de diciembre 2018, 02:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Pachi Poncela se entrevista solo. Suelta dos titulares por minuto, lo mismo cita a Brahms que a Machado, es puro ingenio y verbo. No cabe duda de que su oficio es la palabra, que comunica sin tregua y hasta sin querer. Es un hombre de radio, que ha probado la tele, que no para de presentar galas, que ha escrito teatro, que presenta óperas... Y atención que cualquier día dará la campanada. No será mañana.

-¿Melchor, Gaspar o Baltasar?

-Gaspar, que ye el del medio y siempre estuvo marginado. Cuando nació el mi fíu lo obligué a ser de Gaspar. Y eso que a mí nunca me llevaron a la cabalgata.

-Y van los Reyes y le traen a su hijo Álvaro, que nació un 6 de enero.

-Sí, pero como decía Woody Allen, hubiera preferido una corbata. Ye mucho más fácil de mantener.

-¿Con Papá Noel se lleva?

-Rompí relaciones hace mucho tiempo: es un invento de la Coca Cola, es lapón. Y no.

-¿Acabaremos celebrando Acción de Gracias?

-Sí, vamos acabar comiendo los pavos del parque de Isabel la Católica. Es increíble cómo recompramos las tradiciones. El Samaín fue para allá y volvió convertido en Halloween. Como faltosos, oiga.

-¿El turrón se lo come todo?

-Sí. Pero menos que otros. Soy diabético. Pero no como turrón sin azúcar. Un director de orquesta decía que escuchar un concierto en un disco es como hacer el amor con un póster de Brigitte Bardot. Pues con el turrón, lo mismo. Como con azúcar, menos y ya está... (Bueno, ye mentira, pongo más insulina y tiro p'alante. Esto, por favor, si lo está leyendo mi endocrina, que no me lo tenga en cuenta).

-¿Usted es de dar la campanada?

-Sí. Me falta todavía la campanada final, que todo el mundo diga 'oh, es asombroso'. Yo me tiro a la piscina con muchísima facilidad, siempre fui haciendo cosas que no pensé que iba a hacer. Púseme a hacer didácticos para guajes con orquestas, escribí una obra de teatro, tuve un fíu... Pero no repito, lo mío va por unidades.

-Que se apunta a un bombardeo...

-Siempre y cuando vea que puedo hacerlo. Si me ofrecen sustituir al tenor de 'Carmen', eso ya no. Yo donde no haga mucho el ridículo, porque aunque no lo crea tengo mucha vergüenza y sentido del ridículo.

-Y ahora dirá que es un gran tímido.

-No. Yo soy un gran p'adentro, todo lo analizo, todo lo miro. Y luego p'afuera parece todo muy festivo, muy simpático. Pero hay que trabayar mucho y sufrir de verdad, y pensar 'esta vez no va a colar, esta vez se van a dar cuenta de que soy un impostor'.

-Le veo súper renacentista.

-¡Na! ¡En el Renacimiento había muy poca higiene! Yo hago muchas cosas por inconsciencia.

-¿Ante todo un hombre de radio?

-Sí. Me dedico a la radio hace casi 30 años, pero me di cuenta de que me gustaba hace relativamente poco. Dejé la radio en 2007, empecé en publicidad, me ofreció RPA hacer el programa de música y me acuerdo de ir a grabar el piloto y salir como si me hubieran quitado quince años de encima.

-¿Su primera vez ante un micro?

-Delante de un radiocasete en casa, el mi hermano Jaime y yo hacíamos programas. La sintonía era de Gwendal. En un casete poníamos la música y en otro grabábamos.

-¿Y después?

-Con 16 años, Radio Norte, en Contrueces, y pagaba por hacer radio.

-Con dos hermanos periodistas, ¿lo suyo por contar es pura genética?

-Mi madre iba a Radio Gijón cuando era niña a recitar y cantar canciones y todavía hoy se pregunta por qué. Mi padre era dependiente de comercio. Imagínese lo que tuvo que charrar mi padre, eso también es comunicación. Hay por los dos lados, no pudimos escapar.

-Y luego se ha metido a dramaturgo, a actor...

-Hay que ser osado. Y también ser consciente de que la puedes cagar. Estoy seguro que lo que hago es decente.

-¿La tele qué?

-Hice alguna cosa, pero la tele ye muy complicada, yo soy de la radio, que es autogestión.

-¿Cuántas galas presenta al año?

-Uff. Es horrible. Y yo creo que presenté más antes. No me lo explico.

-Pues explíqueselo.

-Hay mucho acto, mucha gala, y algunas son muy envaradas, y yo tiendo a romper el protocolo.... Será por eso. Porque por el físico no: un paisano calvo vestido con el traje de la boda...

-Vaya lío con el Circuito de Teatro en Asturias. ¿Cómo lo ve?

-Tiene que haber algo detrás para que se haga tan mal. Si toda la profesión dice que está mal hecho tiendo a pensar que estará mal.

-Si usted fuera viceconsejero.

-Todavía no tenemos en Asturias la idea de que la cultura, el arte, genera riqueza. Se tiende a mirar a las gentes del teatro como si estuvieran folgando y respondieran solo a su inspiración.No es así, se lo curran muchísimo. Nos falta eso.

-¿Qué más nos falta?

-Una patatina pal kilo, un viaje a Covadonga. En Asturias sobran mal tomados, todo nos parez mal. Aquí reímonos regular. Y estamos desaparecidos y aparecemos de vez en cuando. Tenemos una especie de idealización de nosotros mismos. Esa cosa del paraíso natural nos la creímos, parece que vivimos en una nebulosa de pelayismo, cachopismo, paraisismo. Hacíanos falta aterrizar un poco, y el día que aterricemos vamos a pegarnos un buen sapazu.

-¿Malos tiempos para el humor?

-Me acuerdo de aquella frase de Brahms, que cuando salía de las reuniones decía: 'Si hay alguien aquí que no se haya ofendido, le ruego me disculpe'. Eso para trabajar en la radio es muy complicado.

-¿Se autocensura?

-Constantemente. Si hablas de los taxistas, se ofenden; de los bomberos, lo mismo. Y si tiras, tiras de lado.

-¿No va a pasar?

-Va a más y no va a parar. Todo está judicializado, todo es 'te denuncio'. Lo ves en los patios de los colegios. Y quien reivindica el humor libre es una fábrica de chorizo. Ya me dirá.

-Se ha dado cuenta de que tiene una cita para cada situación.

-Tengo dos o tres y las voy metiendo. Me falta una; verá cómo se la cuelo.

-Cuando va a comprar el jamón york, ¿le reconocen la voz?

-Sí. Me resulta asombroso. Le pasa sobre todo a los taxistas. En la cola de la caja del Alimerka me conoció una señora y me dijo: «Tienes la voz perfecta». Así. No añadimos más. Y de cuando hacía radio en Madrid tengo guardado el correo de una rapaza que dio a luz y me decía que mi voz estaba asociada para siempre a esos días.

-¡Qué bonito!

-Pero después de 28 años en la radio, me conocen más por haber estado en 'Saber y ganar'. Y fue hace 20 años.

-Es un hombre de ópera y un punkarra. ¿Buena mezcla?

-Es que la ópera es muy punkarra. Tenemos muchos prejuicios con la música clásica. En la ópera hay adulterios, incestos, asesinatos... Sale más barata que el fútbol y es mucho mejor, porque ninguna ópera acaba en empate.

-¿Pavarotti o Mick Jagger?

-A Paravoti entrevistelu.

-¿Alguna entrevista más en el top?

-Forges, Flotats, Saza...

-No me ha colado la cita que falta.

-Es de 'Juan de Mairena' de Antonio Machado: «Pensar no es haber leído». Hay gente que lee y piensa que tiene opinión propia. Leemos mucho, escuchamos la radio, nos llega muchísima información y creemos que tenemos criterio y no es verdad. Yo no lo tengo sobre la mayor parte de las cosas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios