El Dépor pone a la venta entradas de acompañante para frenar a la Mareona en el partido frente al Sporting

Pocos desplazamientos son más ilusionantes para la 'Mareona' como Riazor. Un viaje corto y un buen horario multiplican el atractivo de uno de los partidos más esperados por el sportinguismo, que llegó a movilizar a ocho mil seguidores alguna temporada. Hasta cuatro mil peticiones de abonados registró el Sporting hasta el lunes. Una demanda muy grande sobre todo teniendo en cuenta que el club deportivista remitió a Gijón 563 localidades.

El aforo de Riazor (32.490 butacas) y el número de abonados (27.500) deja casi libre cinco mil localidades, lo que permitiría satisfacer a un importante sector de la afición rojiblanca. Sin embargo, el Deportivo ha sorprendido poniendo en marcha por primera vez esta temporada una promoción dirigida a sus abonaos que aspira a llenar Riazor pero que supone un freno a las aspiraciones de los sportinguistas.

Los abonados deportivistas podrán adquirir un máximo dos entradas para cualquier grada con un 25% de descuento. Dichas entradas serán nominativas con la identificación de la persona que usará la entrada y el abonado que hace la compra.

El miércoles finaliza el plazo para beneficiarse de esta promoción. Si quedara alguna localidad libre se pondría a la venta para el público en general a partir del jueves 21. Esta es la única vía que les queda a los seguidores sportinguistas que quieran estar en Riazor animando a su equipo, aunque no parece que lo vayan a tener fácil. La iniciativa puesta en marcha por el Deportivo de limitar el número de entradas a la venta para el público ha causado un hondo malestar entre las peñas sportinguistas, que estaban ilusionadas con organizar un viaje muy numeroso a La Coruña el próximo fin de semana.

El Deportivo-Sporting, correspondiente a la jornada 16 de Liga, ha sido declarado de alto riesgo por la comisión antiviolencia. No es una circunstancia extraña. La convivencia entre aficiones siempre ha sido buena, aunque existe una gran rivalidad entre los grupos de animación de ambos equipos.

El hecho de que se espere un desplazamiento importante de seguidores sportinguistas también influye en la decisión, como también los incidentes recientes ocurridos con un sector de los aficionados del Málaga que acudieron hace pocas semanas al partido en Riazor y que terminó con intervención policial.

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