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«Uno no puede andar cada año con ampliaciones de capital porque además no redundan directamente en la confección de la plantilla, no digo que no se vayan a hacer en el futuro. Queremos convertir esto en algo autosostenible. Que se nos quite de la cabeza la desaparición y que Orlegi no seguirá, vamos a estar aquí para construir un proyecto a largo plazo». David Guerra, presidente ejecutivo del Sporting, concedió ayer una extensa entrevista a 'Onda Cero Asturias' en la que defendió el proyecto del grupo mexicano y abordó algunas cuestiones que han generado críticas hacia la gestión de Orlegi.
El dirigente analizó la relación con el Ayuntamiento, incidiendo en que El Molinón necesita una reforma, reconoció –sin dar cifras– que el Sporting ingresó dinero por los traspasos de Djuka y Villalba al Atlas y Santos Laguna, prometió que la inversión en la plantilla fue la máxima y asumió como «un error muy grave» el 'caso Pedro'. También insistió en que Alejandro Irarragorri se encuentra en Washington desde hace meses para liderar la expansión del Grupo Orlegi en Estados Unidos.
De entrada, el presidente ejecutivo desgranó el diseño del actual proyecto, discrepando de las críticas que detecta. «Hay un caldo de cultivo por el mercado como si no supiéramos hacia dónde vamos», detectó, rechazando que «se haya generado una situación de que esto parece un desmadre y no es la realidad». Su visión, aunque hizo en alguna ocasión autocrítica, fue diferente, confesándose, para empezar, «tranquilo con el equipo». «Son solo cinco jornadas», recordó, afeando, eso sí, la segunda mitad del choque en Santander.
Negó, a renglón seguido, que la inversión económica en la plantilla hubiera caído este verano, enumerando el desembolso realizado por el Grupo Orlegi desde que llegó a Gijón. «Hemos apostado todo lo que tiene el club a esa parte deportiva, de salarios, de jugadores y de talento, junto al esfuerzo que le hemos pedido a la afición», agradeció, sumando que «la televisión nos dio un poco de aire». La unión de esto, concluyó, ha desembocado en «la inversión en una plantilla con un limite salarial mejor que la temporada anterior, sin los fondos CVC». Más tarde, enfatizó en que «el límite salarial lo estamos maximizando, utilizando todos los recursos que tenemos», recordando que la cuenta de resultados sigue siendo «deficitaria» por la envergadura del Sporting, que Orlegi busca que sea «autosuficiente».
De lo económico, a lo puramente institucional. La gélida relación de Orlegi con el Ayuntamiento tras el fracaso del proyecto mundialista formó un capítulo aparte. El ejecutivo desmintió, de primeras, que Orlegi quisiera pegar un «pelotazo» con el Mundial. Después hubo un mensaje de cordialidad hacia el Ayuntamiento, pero, al mismo tiempo, de cierto descontento, urgiendo a la reforma del estadio. «Todos somos conscientes de cómo está el estadio y de las carencias que tiene», deslizó. «No sabemos nada de ningún proyecto de 75 millones, no tenemos constancia», quiso aclarar sobre la iniciativa en la que trabaja el Ayuntamiento. Y sentenció, para cerrar este capítulo, que «el Sporting ha invertido 5 millones en mantenimiento y mejoras del estadio desde 2019 y tiene una serie de carencias que van más allá de lo que el club puede asumir. Todos tenemos que caminar hacia una solución».
Sobre la ausencia de Alejandro Irarragorri en Gijón en los últimos meses, Guerra apuntó que «tenemos otra prioridad, que es el mercado de EE UU, y es en lo que estamos enfocados», desvinculando su falta de cualquier situación judicial. Poco después asumió como un error «muy grave» el 'caso Pedro', con un castigo de 2 millones que, prometió, «no» pagará la afición. «Tenemos que establecer esos pagos y meterlos dentro de nuestra cuenta de resultados, pero no ha tenido una influencia directa en esta narrativa que se está generando de que tenemos menos capacidad por el 'caso Pedro'. No tiene nada que ver en el corto plazo, sino en el largo plazo», sentenció.
También se disculpó por la polémica campaña de preventa de abonos. Y sí deslizó, sin entrar en detalles de si habían recibido 1 y 2 millones de euros por los traspasos de Villalba y Djuka a Santos Laguna y Atlas, que «hubo movimientos, sí, esto saldrá en las cuentas, no voy a hacer públicos ciertos números», zanjó, limitándose a comentar que los clubes mexicanos, también de Orlegi, «pagaron precio de mercado».
David Guerra analizó su relación con Rubén Albés desde antes del inicio del verano durante la entrevista concedida a 'Onda Cero Asturias'. «Es el entrenador que queríamos», reafirmó el dirigente, quien explicó que «hemos hecho muchas entrevistas durante los últimos meses y era nuestro hombre».
Con ese punto de partida, el presidente aseguró que nadie engañó a Albés con el proyecto y las posibilidades económicas del mismo. «No nos hicimos promesas deportivas porque es imposible cumplirlas. Hablamos de la confección de la plantilla, de puestos a reforzar y algunos nombres», precisó sobre esos primeros contactos con el gallego, con el que negó de forma tajante, de paso, que hubiera un distanciamiento: «Hay veces que parece que hubiera una distancia con el míster, que él estuviera en un camino y nosotros en otro. Y no es la realidad». «¿Que discutimos? Claro», apuntó después. «Tenemos intercambio de pareceres cada día porque hablamos mucho. A él le gusta hablar y a nosotros, también. Es una de las cosas más sanas que hacemos desde nuestra llegada».
Por otra parte, Guerra se refirió a la identificación de la mujer que habría proferido gritos e insultos racistas contra Hassan en el derbi. «Si es abonada, que todo apunta a ello, saldrá (del club)», avanzó.
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