«Necesitamos una normativa más ágil para desarrollar proyectos digitales»

Los retos que plantea la expansión de las nuevas tecnologías en la sociedad, la política y la economía fueron sometidos a debate en la antesala de la entrega de los Premios a la Mejor Web de Asturias, que concedió ayer EL COMERCIO en el transcurso de un acto que tuvo lugar en el Real Club Astur de Regatas de Gijón. La mesa redonda titulada 'El futuro de la transformación digital' tuvo a Marcelino Gutiérrez, director del periódico, como moderador, y contó con participantes de instituciones, empresas y banca.

Rubén Hidalgo, director gerente de Impulsa Empresas, defendió que la política «debe reflejar» las necesidades de la sociedad y «apoyar a los agentes que vertebran» la realidad digital para encontrar nuevos nichos de empleo y «dar forma a la sociedad del futuro». En ese sentido, señaló a las empresas tecnológicas como las «impulsoras» de ese movimiento digital que hará «aumentar la complejidad de la economía», y añadió que al esfuerzo privado debe corresponderle uno público por «estimular estos proyectos».

Además, hizo especial referencia a que son necesarias infraestructuras que permitan que la digitalización «llegue a toda la población». Para ello, reivindicó la adaptación del sistema educativo y económico de Asturias, en pro de conseguir «una igualdad de condiciones» en España y en Europa. Asimismo, incidió en la necesidad de desarrollar «una cultura digital» para que el uso de esas tecnologías «sea eficiente», y elevó el papel de la ciudadanía en esa transformación como motor del cambio de hábitos que afecta luego a empresas e instituciones.

En cuanto a la ciberseguridad, Hidalgo explicó que debería ser «inherente» a estas herramientas, pero que hacen falta «agentes y normas para regularizarlo». Su visión de los próximos años, remató, sería la de unas administraciones públicas «más ágiles en sus respuestas y servicios» gracias a la colaboración con las empresas privadas.

Por su parte, el director general de Tecnología de la Información y las Comunicaciones del Principado, Víctor Manuel Solla, defendió el actual proyecto de transformación digital del gobierno regional, vigente hasta 2022, por su aporte para una «mayor competitividad y globalización» de las administraciones públicas, que según él ahora ya «no son islas, sino agentes globales» en cada autonomía. En cuanto a cómo afectan las tecnologías a la labor pública, apuntó que el objetivo del Principado es que «la administración pública esté en el móvil de los ciudadanos, no solo en el edificio», adaptándose al nuevo concepto de servicios y movilidad requeridos.

También señaló que, a través de las redes sociales, las instituciones pueden «escuchar las demandas» de la gente y «ser capaces de adelantarse». Para ello, resaltó la importancia de la transparencia de la administración digital, con avances en este sentido como el del 'blockchain' o cadena de bloques, que avanzó que desde el Principado quiere «explorar».

Respecto a las infraestructuras para la digitalización de la región, coincidió con Hidalgo en que es importante que llegue a todas las poblaciones «para que no haya brecha digital en Asturias», un objetivo con el cual facilitarán, anunció, la llegada de operadores de telecomunicaciones a 400 centros públicos educativos para dar cobertura a la gente de los alrededores y garantizar así el acceso a servicios a través de la red. Reconoció, eso sí, las dificultades para que las infraestructuras digitales lleguen a las alas de la región.

Por otro lado, apuntó que la digitalización también afecta a la forma de organizarse de las administraciones, obligando a adaptarse a nuevas necesidades profesionales. Y es que, continuó, la Universidad «tiene que dar un paso al frente» para formar nuevos perfiles, a la vez que las empresas, para satisfacer los requerimientos de este entorno. Para finalizar, expuso que desearía que a nivel nacional existiera «una normativa más ágil para poder desarrollar los proyectos» y alcanzar los objetivos mencionados.

El último de los ponentes, Francisco Javier Díaz, gerente de Banca Digital de Abanca, explicó que la digitalización del sector financiero «se adapta al ritmo de los clientes», y que este está alcanzando una velocidad «que no tiene nada que ver con la de los últimos años».

En cuanto a los modos de relacionarse con sus usuarios, indicó que la banca apuesta por «el multicanal», aunque el teléfono móvil sea el más usado por los ciudadanos, aportando además «experiencias con valor». Sobre las infraestructuras, recordó que España sigue siendo uno de los países europeos con más sucursales pero que, especialmente tras la crisis económica, luchan «contra la exclusión financiera» con el foco en los municipios menos poblados.

Díaz describió a los bancos actuales como «empresas de datos», cuyo objetivo es «sacar partido de esos datos» para «transformarse» en base a la seguridad y transparencia que las soluciones digitales deben aportar en su uso, entre las cuales destacó la inteligencia artificial y la tecnología cuántica como puntas de lanza para desarrollar «servicios de más valor». En ese proceso, añadió, el perfil de los profesionales que contratan ahora los bancos «no se parece en nada a los financieros, sino que son científicos de datos, ingenieros o expertos en ciberseguridad», especialmente necesarios en «un sector tan hiper-regulado como la banca».