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Avilés

El primer ascenso de la era moderna

La reestructuración de la categoría de bronce facilitó el objetivo, que se consumó entre pitos en el Suárez Puerta tras empatar con el Lugones El 3 de mayo se cumplen 25 años del retorno del Real Avilés Industrial a Segunda B

NACHO GUTIÉRREZ

Lunes, 30 de abril 2012, 20:43

Ahora que el Real Avilés se prepara ante el reto del ascenso a Segunda B tras una década por la Tercera División, bueno es recordar éxitos anteriores por aquello de dar confianza al personal. El próximo jueves, 3 de mayo, se cumplirán 25 años del primer ascenso del Real Avilés Industrial a Segunda División B. Lo consiguió en la temporada 1986-87 como tercer clasificado del grupo asturiano de Tercera División y gracias a la reestructuración de la categoría de bronce, que tomaba el actual formato de ochenta equipos repartidos en cuatro grupos de veinte.

El club de la fusión había recuperado el pulso después de su descenso a Tercera con dos años de vida, y la posterior decepción de la campaña 85-86 en la que un triple empate en cabeza con Caudal y Langreo dejaba fuera a los avilesinos de la lucha final por el ascenso. José Ramón Fuertes era el entrenador del Avilés, modeló el segundo proyecto de ascenso, que por momentos parecía perdido en una temporada muy abrupta a pesar de que los cambios en el fútbol abrían el cupo de ascensos por grupo a tres equipos.

El técnico mierense acabó chocando con la grada pese a que el equipo estaba en la zona alta y la situación explotó en el último partido de la primera vuelta. Un 3-0 en Siero, los posteriores incidentes y las declaraciones de Fuertes contra el árbitro desencadenaron su marcha. Fue el momento de un joven técnico, el candasín Manuel Ángel Muñiz, que dirigía al equipo juvenil del Avilés y al que José Manuel Díaz, presidente del club, le dio la oportunidad.

Los comienzos fueron espinosos, con dos partidos seguidos a domicilio y resultados adversos, 0-0 en Turón y 3-2 en Blimea con el Asturias. Sin embargo, Muñiz encontró la tranquilidad del entorno que necesitaba y la implicación de los futbolistas más veteranos. Las victorias fueron cayendo por inercia y a tres jornadas del final del campeonato se consumaba el ascenso, aunque no se pudo celebrar.

El equipo había jugado un mal partido en el Suárez Puerta con empate (1-1) ante el Lugones. Media hora después se conoció el resultado de los rivales directos y el salto de categoría quedaba finiquitado. Para empañar aún más el final de temporada, el equipo perdió con la Piloñesa y ante el Siero en una agridulce despedida en el Román Suárez Puerta. Pese a ello, el Avilés fue segundo clasificado, con los mismos puntos que el Langreo.

De la plantilla se destaca la presencia de un canterano que con el tiempo triunfaría en el fútbol desde el Barcelona. Emilio Gutiérrez se convertía en el debutante más joven en el Avilés, con 15 años, récord que le arrebataría años después Diego Rúa.

Recuerdos del presidente

«Fue una temporada dura por lo que pasó con Fuertes. Se generó alguna duda pero apostamos por un entrenador de la casa y Manuel Ángel Muñiz hizo muy bien su trabajo», recuerda el presidente José Manuel Díaz, que se llevó su primera alegría tras recoger el testigo de Muro de Zaro al frente del club de la fusión.

De los reproches de la afición al equipo reconoce que «siempre fue muy exigente, entre otras cosas porque había un buen equipo. Lo que pasó al final es que los resultados no acompañaron y la gente estaba molesta. Al final lo importante es que se recuperó la categoría, el ascenso era imprescindible para sentar las bases deportivas y económicas de un proyecto que iba a llevar al equipo años después a Segunda División A».

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