La biblioteca del Rioturbio crece en lectores y creatividad
El colegio mierense se lleva el Premio María Elvira Muñiz de Promoción a la Lectura de Gijón por su proyecto de mejora del plan lector escolar
El amor por la lectura es una de las aficiones que más rápido se adquieren en la infancia y el colegio público de Rioturbio, ... en Mieres, lleva un año impulsándolo. Se ha conseguido un gran cambio en sus cuarenta alumnos de Infantil a Primaria y su proyecto se lleva el Premio María Elvira Muñiz de Gijón que recogerán el 13 de enero en el Centro de Cultura Antiguo Instituto.
Ideado por Belén Osorio, maestra en el colegio, contó con el apoyo de resto de profesores. Para la biblioteca, la responsable decidió darle algunos cambios al plan lector general, diseñando una seria de actividades que no sólo se centraran en el colegio si no que se abrieran al resto de la localidad.
Noticia relacionada
El cole asturiano que consiguió cambiar el reguetón por Camarón
Se empezó con una entrevista a los pequeños, se quería saber «qué libros les gustaban». Ahí fue cuando descubrieron que la mayoría «no conocía la Biblioteca Municipal de Mieres, nunca había ido».
«Empezamos a hacer visitas para que sacaran el carné y que luego lo usaran, pero no sólo ellos, sino las familias también», señaló Osorio. Lo que se pretendía, añadió, era incluirlos a «todos» y ampliar el área de influencia de la Turbioteca. Luego se sumaron algunos libros nuevos, gracias a préstamos y donaciones, hasta «rondar los mil o más».
1 /
De entre las actividades, destaca las sesiones de cuentacuentos y los talleres para enseñar diferentes tipos de libros, también se hizo un mural en el colegio, con fotos hechas por los padres donde se les veía leer, para visibilizarlo más entre los niños. Aunque lo que más impacto causó fue la lectura obligatoria de un libro a la semana. En un año, «los profesores notamos que empezaron a reflexionar, además de una gran mejora en la fluidez lectora y en encontrar la información en los textos», se añadieron «juegos lingüísticos para seguir avanzando» y al final ha sido todo un éxito.
Todos estos logros se enviaron a la convocatoria para los premios y, a finales de octubre, recibieron la gran noticia de que habían ganado en una de las categorías.
El único problema, bromea Osorio, «es que los niños están tan emocionados que quieren ir todos», aunque «lo que más ilusión les hace es el premio en metálico de mil euros para comprar libros». Un dinero que al colegio, admite, le hacía falta puesto que «muchos de ellos son viejos y hace falta una renovación».
De todos modos, dice, el hecho de que a los pequeños estén deseoso de «comprar cien libros más para la Turbioteca» ya es un premio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión