Andrés Martínez Vega
«En la Cofradía de Jesús Nazareno han sabido conservar, aumentar y darle brillo a toda la tradición religiosa que tenían»
Andrés Martínez Vega, piloñés, doctor en Historia Medieval y subdirector del Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea), será el pregonero de este año en ... la Semana Santa de Villaviciosa . Con su lectura en la iglesia parroquial el viernes 11, a las 20 horas, dará inicio a la celebración de la Semana Santa en la villa maliaya, una tarea para la cual ya se encuentra investigando en profundidad para ser «fiel» a la historia de la Cofradía de Jesús Nazareno. Tras el pregón, la entidad nombrará también al Cofrade de Honor de este año, Agustín Hevia, hijo predilecto de Villaviciosa.
–Siendo de Piloña, ¿qué le une a Villaviciosa?
–Tengo mucha conexión con la Villa porque parte de mi actividad profesional la desarrollé allí. Fui profesor de instituto durante unos diez años, en los ochenta, por eso me siento muy vinculado a las tierras de Villaviciosa.
–¿Y como miembro del Ridea?
–Claro, por mis estudios. Soy especialista en historia monástica y medieval, así que Villaviciosa es un concejo que estudió en varias actuaciones, fundamental relacionadas con los cistercienses de Valdediós. También trabajé en la recuperación del archivo de las Clarisas, el que se quemó durante la guerra. En general tengo muy buenas relaciones, soy conocido y he dado varias conferencias como subdirector. Podría decirse que tengo grandes amistades y grandes amores en Villaviciosa (ríe).
–Con su experiencia, ¿cree que le será sencillo escribir el pregón de Semana Santa?
–No. Un pregón es una cosa muy seria, tiene que haber tiempo para redactarlo. Además, la cofradía de Villaviciosa, la de Jesús Nazareno, no es cualquier cosa, no nació en este siglo, sino que está en camino de cumplir los 400 años. Eso incluye tener unos conocimientos y hacer una investigación histórica profunda.
–Así que tendrá que resumir cuatro siglos de historia.
–Sí. Será un pregón histórico, estará todo relacionado. Además tendré que exponerlo con criterios religiosos, porque yo lo soy. Para mí la Semana Santa no es un acontecimiento turístico, ni mucho menos. No es un acto folclórico cualquiera para los turistas; yo la veo como un periodo de reflexión y eso quiero reflejarlo en el pregón.
–Estando tan unido a Villaviciosa, ¿alguna vez ha vivido la Semana Santa maliaya?
–Sí, por supuesto. Mientras ejercía como profesor me integré como un vecino más y he celebrado de todo con ellos: las fiestas de El Portal, de la sidra y demás festivales de la villa. Podría decirse que soy un forofo de Villaviciosa, porque es algo que me encanta, además de que se conserva muy bien.
–¿Qué quiere decir?
–Me refiero a su estructura urbana. Hasta la actualidad, no se ha transformado el núcleo histórico y eso me encanta. Es una villa modelo, con mucha, muchísima, inquietud cultural y eso se observa en varios aspectos.
«Para el pregón hará falta una investigación profunda, son casi 400 años de historia»
–En estos cuarenta años como testigo, ¿cree que ha cambiado mucho la celebración de Semana Santa?
–No del todo. Lo que siempre me llamó la atención es que representan las escenificaciones de la Pasión, los autos sacramentales que se llevan haciendo desde siglos atrás. Y en eso no cambiaron nada, se siguen haciendo muy bien y con mucha fidelidad a las ideas principales. Es algo que se ve también en la propia cofradía, han mantenido los mandatos para las procesiones siglo tras siglo.
–Así que, ¿no hay mucha diferencia?, ¿a pesar de los siglos?
–Ha sido, más bien, una transformación. Por ejemplo, aumentó mucho el número de cofrades, rozan los 1800. Además, puede que la estructura se mantenga intacta, en cuanto a costumbres, pero la popularidad, el fervor y la atracción de gente de fuera sí ha cambiado, para bien, cruzó una línea.
–Hacia la tradición cultural e histórica
–Evidentemente. Hay que darse cuenta de que la Semana Santa de Villaviciosa está considerada Fiesta de Interés Turístico Regional; es como la de más caché de Asturias. En la Cofradía de Jesús Nazareno han sabido conservar, aumentar y darle brillo a toda esa tradición religiosa que tenían. Ha sido un trabajo esmeradísimo.
«La procesión del Desenclavo es realmente estremecedora, la que más conmueve»
–¿Cuáles cree que han sido las claves para conseguirlo?
–Entre muchos aspectos se veló, por ejemplo, por la pureza de los pasos originales y se trajeron algunos predicadores importantes que son muy interesantes para esas escenas de los autos sacramentales, las que se practican desde hace casi 400 años. Por eso me reafirmo en que es muy loable la actuación de la directiva. Conservaron vestuarios y restauraron imágenes, incluso se vigilaron temperaturas para evitar que se resquebrajaran. Es un trabajo que exige estar atento, no sólo en Cuaresma, sino todo el año.
–Hablando de los pasos, ¿hay alguna procesión que usted destaque?
–Hay varias, por ejemplo, la de la Soledad, la del Encuentro del Desenclavo de la Cruz y la del Santo entierro. Para mí es la del Desenclavo, en Viernes Santo, es realmente estremecedor contemplar cómo bajan al Señor y lo meten en una urna de plata para luego celebrar el Santo Entierro. En todo momento se hace de una manera calmada, sosegada. Casi diría que de una forma magistral porque llama la atención, es expresiva y emocionante. Es la que más me conmueve.
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