Les llámpares, «un manjar humilde y sabrosu, que ye parte de de la nuestra identidad»

El expreparador físico del Sporting elaboró toda una oda a este molusco en una cita que «rinde homenaje a un manjar humilde pero sabrosu, que ye parte de nuestro paisaje, del nuestru paladar y de la nuestra identidad». Un discurso el de Gerardo Ruiz en el que no faltaron anécdotas. Entre ellos, cómo les llámpares son capaces de conquistar el paladar de incluso quienes 'a priori' no las ven con buenos ojos.

«Manolo Preciado llegó a amar mucho nuestro carácter asturiano, la sidra y la gastronomía, a excepción de los oricios y les llámpares. Y me decía, '¿cómo coméis esto?'. Ya que en su tierra, Cantabria, no hay costumbre de comerlas», empezó el relato. Pero, añadió, esto sólo fue el principio: «A medida que probaba estos exquisitos mariscos iba entrando por el aro y cada vez le gustaban más», añadió sobre la relación de quien fuera entrenador del Sporting, fallecido en 2012.

Su profesión, además, fue dibujando una relación más intensa con Villaviciosa de lo que en principio hasta el mismo creía, Amigo de Marcelino García Toral, con quien entrenó varias temporadas en el Sporting, además de sus visitas a Les Caleyes, a jugar contra el Lealtad, relató al público asistente a la lectura del pregón otras relaciones y actividades que de una u otra manera le han ido vinculando al concejo de Villaviciosa.

«De toda nuestra costa, Quintes y Quintueles se llevan la palma del consumo y de la tradición de comer llámpares preparadas de distintas maneras», destacó el pregonero.