Reyes Magos en pueblos sin niños: «Queremos las mismas oportunidades que en la ciudad»

Este es el caso del pueblo de Sotres, en Cabrales, que actualmente sólo tiene cinco niños, quienes son los que le dan vida a sus habitantes y mantienen vivo el espíritu de la Navidad. Ocurre lo mismo en el concejo de Pesoz, donde viven también cinco menores. Y, de manera menos dramática, en Santa Eulalia de Oscos, donde hay un total de veintidós menores, o en Somiedo, cuya población infantil no supera los treinta niños.

El futuro no parece esperanzador, ya que, sus habitantes se sienten «aislados». Así lo afirmó ayer la ganadera Kaelia Cotera López, madre de Alejandro, uno de los cinco niños que viven en Sotres. «Es muy complicado porque estamos lejos de todo. El colegio queda en Arenas de Cabrales, a 27 kilómetros, pero la carretera está en muy mal estado. De hecho, si nieva, los niños no pueden ir al colegio porque la pala que la limpia pasa de tarde y hasta entonces quedamos incomunicados», contó Cotera. Añade que «cuando vienen inviernos muy malos, los niños no van a clase por riesgo de aludes en la carretera. Y esto es algo muy frecuente».

Para ella, «ver a Alejandro abrir sus regalos de Reyes me llena de ilusión, pero también me gustaría que pudiera contar con las mismas oportunidades que tienen los otros niños que viven en la ciudad», aseguró.

Lo mismo piensa Sara Fernández, madre de dos niños, Haya y Andrés, de tres y dos años respectivamente. «Aquí no tenemos ni pediatras para los niños. Antes venía uno, una vez por semana. Pero se fue y ahora tenemos que ir hasta Llanes, que nos queda a una hora y media de Sotres. No tiene sentido», comentó.

A pesar de todo hay quienes no pierden la esperanza y consideran que «la zona rural ofrece muchas oportunidades». Así lo indicó ayer el alcalde de Santa Eulalia de Oscos, Fran López, quien asegura que «la zona rural tiene futuro y aunque es verdad que tenemos pocos niños, el año pasado dos familias jóvenes decidieron asentarse en el concejo. Una de las familias tiene dos niños, y otra tiene uno. Gracias a esto, ahora tenemos veintidós niños», contó el regidor.

Llama la atención, sin embargo, que estos tres niños que desde 2024 viven en Santa Eulalia de Oscos, provienen de familias extranjeras. «Creo que la llegada de extranjeros a la zona rural es una buena manera de luchar contra el despoblamiento. Por eso tenemos que trabajar entre todos para ofrecer mejores oportunidades y atraer a más familias a vivir aquí», dijo Fran López.

Otro de los concejos con poca población infantil es Pesoz. Su alcaldesa, Lucía Villanueva explica que en el concejo sólo hay cinco niños, aunque en el último año se mudaron dos nuevos niños. «Pasamos de tener tres niños a cinco en 2024. Sigue siendo una cifra muy baja, pero es una buena noticia dentro de lo negativo. Ambos son niños cuyos padres son naturales de Pesoz, por lo cual, nos alegra poder atraer nuevamente a gente del concejo a vivir aquí», subrayó.

Añadió que «si queremos atraer población debemos mejorar las comunicaciones, ofrecer empleo y mejorar los servicios», zanjó.