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Después de que ArcelorMittal haya suspendido su proyecto para un horno DRI y anunciado la deslocalización de actividad a la India, después de ... que Duro Felguera libre una lucha a brazo partido por sobrevivir y después de que IU-Convocatoria en su calidad de socio menor del Ejecutivo asturiano tratara de marcar el paso asegurando que «la prioridad del Gobierno es la protección de los principios de desarrollo sostenible» este sábado, el presidente del Principado, Adrián Barbón, sintió la necesidad de fijar posición: «Aclaro que para mi gobierno la industria es irrenunciable. No podemos pensar ni por asomo en renunciar a nuestro motor industrial ni en poner obstáculos innecesarios a su crecimiento y modernización. Esa es la premisa».
Lo afirmó el jefe del Ejecutivo asturiano después de abrazar a Belarmina Díaz tras tomar posesión de su nuevo cargo de Consejera deTransición Ecológica, Industria y Comercio y entregarle la insignia (un pin) que mandó hacer para identificar a sus consejeros. Antes había alabado a su predecesora y ahora presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón. Nieves Roqueñí, persona «honesta, con una formación y una capacidad de trabajo envidiables. Ha soportado con entereza críticas tan frívolas como injustas», reconoció.
Belarmina Díaz Astorgana de 1968, es ingeniera de Minas, doctora y master. Desde 2017 estaba al frente de la dirección general de Energía y Minería.
Guillermo Peláez Oventense de 1984, es licenciado en Derecho y funcionario del Cuerpo de Inspectores de Hacienda del Estado.
Alejandro Calvo nacido en Cangas de Narcea, en 1974, es ingeniero agrónomo.
Desde el inicio parte de esas pullas venían del socio de Gobierno, IU-Convocatoria. Ante el líder de la formación, Ovidio Zapico, que es a su vez su consejero de Ordenación del Territorio, el presidente remarcó su orden de factores.
La «premisa» es no poner obstáculos innecesarios al crecimiento de la industria pero «a partir de ahí sabemos que debemos hablar de una industria distinta, descarbonizada, con un alto componente tecnológico, y compatible con la calidad ambiental. No hay antagonismo entre crecimiento industrial y cuidado de los recursos naturales», señaló.
Considera Barbón que «vienen tiempos nuevos y a la titular de Transición Ecológica le esperan de frente, y no será sencillo». La ofensiva arancelaria impulsada por EE UU «está poniendo en aprietos la solidez industrial de Europa». En este contexto «la solución y la oportunidad para la siderurgia asturiana necesita una respuesta europea única, contundente y urgente».
Es el tema del momento y ahí puso deberes a la nueva consejera. «Haz valer tu experiencia y tu prestigio para, en relación con el ministerio, las instituciones comunitarias, las empresas y los sindicatos, con la mayor unidad posible, garantizar el porvenir de nuestro corazón industrial».
En ese aviso a navegantes estuvo el peso político de una ceremonia particular. Con la mano sobre la Constitución y el Estatuto de Autonomía, ante un presidente Barbón en posición de firme delante de un tapiz con el escudo del Principado, Guillermo Peláez, Alejandro Calvo y Belarmina Díaz, uno tras otros, tomaron posesión de su cargo de consejeros del Principado. Los dos primeros ya lo eran, pero el jefe del Ejecutivo aprovechó la ocasión para variar los nombres de sus departamentos, lo que les obligaba a pasar de nuevo por una solemnidad rediseñada por el propio Barbón junto a equipo de protocolo. Desde que accedió a la Presidencia, en 2019, el presidente se afana en cultivar el aspecto ritual y simbólico de la institución. Aspira a forjar tradiciones que en manos de sus sucesores quedará si continúan.
Él no lo hizo. Con su antecesor, Javier Fernández, las tomas de posesión de los consejeros eran austeras, en la sede de Presidencia, funcionales ante todo. Esta legislatura en contraste comenzó con un Consejo de Gobierno que prometió el cargo en una ceremonia en la Junta General en agosto de 2023. Ahora hace un año Melania Álvarez fue cesada y entraron al Ejecutivo Vanessa Gutiérrez y Marta del Arco, en una ceremonia en el Palacio de los Condes de Toreno.
A ese escenario se regresó ayer para dar boato a la entrada de Belarmina Díaz en el Ejecutivo y la 'renovación' de Peláez y Calvo. El primero entró al lugar como titular de Hacienda y Fondos Europeos y salió como consejero de Hacienda, Justicia y Asuntos Europeos. El cambio pretende «darle más relevancia formal a las competencias de Justicia», justificó Barbón. Calvo deja de estar al cargo de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios para asumir Movilidad, Cooperación Local y Gestión de Emergencias en lo que es un guiño al tirón de la tarjeta Conecta y un recordatorio a la dana de Valencia. A ella se refirió el presidente para justificar que las emergencias en Asturias van más allá de los incendios forestales.
La ceremonia permitió a Barbón manifestar qué espera de sus consejeros: «Recibiréis críticas a diario, escuchadlas todas, hasta las más molestas, que de todas se aprende. No cerréis las puertas ni bajéis las persianas». Ya les avanzó que les pedirá «mucho», que en el cargo que les ha dado «no caben la desconexión ni la reducción de jornada y que solo tienen hueco los calendarios imposibles».
Dejarse la piel por Asturias «merece la pena», concluyó.
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