El campo asturiano, en «situación límite» por los ataques de osos y lobos
Una docena de entidades exige medidas «inmediatas» al Principado. En caso contrario, anuncian movilizaciones
«La situación que se está viviendo en un porcentaje altísimo de municipios asturianos respecto a los daños de fauna salvaje ha sobrepasado todos los límites conocidos hasta ahora». Con esta frase clara y contundente ha arrancado la comparecencia de representantes de una docena de organizaciones del campo asturiano, que consideran que ha llegado la «hora de encarar el problema» que supone para ellos la presencia del oso y el lobo, porque han llegado, lamentan, a una «situación límite».
COAG, USAGA, ASEAMO, Cabra Bermeya, Oveya Xalda, Gochu Aturcelta, Asturcón, Hispano Breton, Promiel Asturias, Criadores en Ecológico, ASCOL y Parda de la Montaña han trasladado un comunicado conjunto en la que lanzan la voz de alerta sobre la situación del campo asturiano ante «el avance implacable del lobo», que supone ya una amenaza, dicen, frente a actividades tradicionales de Asturias, como la elaboración de quesos como el Gamonéu y el Cabrales.
Borja Fernández, coordinador de Unión Rural Asturiana, URA, ha ejercido de portavoz de un sector que hoy ha alzado la voz para mostrarse «asfixiados, cansados y moralmente hechos polvo por las carnicerías que nos encontramos a diario en nuestras explotaciones». Hablan del lobo, pero también de la «expansión extraordinaria del oso en nuestro territorio, habiéndose convertido en una seria amenaza para la ganadería tradicional asturiana».
Han mencionado la amenaza que existe para la producción de quesos, pero también la realidad de que «están desapareciendo rebaños de reciella, en muchas zonas ya es inviable llevar a pastos animales de cría», además de que hay «decenas de apicultores que no dan abasto a electrificar colmenares para evitar los ataques del oso y aún así a diario son destrozados en la zona suroccidental».
No tiene el sector datos oficiales de las pérdidas, pero no dudan en hablar de «daños históricos» y de presencia certificada de lobos en «municipios en los que jamás hubo presencia hasta ahora, como Oviedo, Villaviciosa y Colungta». Desde la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Asturiana de Montaña (ASEAMO), hablan de 120 muertes certificadas en lo que va de año y de un 30% anual de aumento de las pérdidas. En Oveya Xalda llevan contabilizadas 150 muertes este año, cuando la cifra era de 50 desde 2021. Es decir, las pérdidas se han triplicado, y eso que «hay muertes que no se certifican porque no aparecen».
Así las cosas, exigen al Gobierno regional la convocatoria urgente del Consejo Consultivo del Plan de Gestión del Lobo; tener acceso al informe técnico y jurídico que haya elaborado la consejería para dar seguridad jurídica a los colaboradores que aparecen en dicho plan de gestión y que el Principado «informe formalmente al Gobierno de España de la situación límite que estamos viviendo en la región».
Entre sus peticiones está también una partida presupuestaria en las cuentas de 2026 «encaminada a gestionar la fauna ya existente, en detrimento de otras partidas de fomento y apoyo al oso y lobo». Como también piden presupuesto para «llevar a cabo una labor pedagógica que conciencie de la importancia de los productores de alimentos como conservadores de la cultura en el territorio asturiano».
«El ganadero no es el mal», dicen, y reclaman que «no se nos criminalice: no queremos erradicar sino controlar. Un control que debería incluir, en palabras de Mercedes Cruzado, de COAG, »poder defender mi ganado sin tener consecuencias posteriores. Tiene que dejar que nos protejamos«. Algo que, aseguran los ganaderos, ya se permite en otros países como Noruega, por ejemplo.
Además de eso, lamentan que se esté «malgastando» dinero público: «Por un lado, la Administración subvenciona la cría de razas autóctonas en peligro de extinción y, por el otro, está permitiendo y fomentando que tanto el oso como el lobo se las coman. Es totalmente contradictorio».
«A partir de hoy se inicia una lucha en bloque por uno de los mayores problemas que tenemos en la sociedad. Hacemos un llamamiento al resto de organizaciones y asociaciones a que se sumen a esta lucha», han anunciado. Advierten del «abandono de la zona rural» ante esta situación de «expansión incontrolada y daños en continuo ascenso».
Por otro lado, las entidades han criticado los procedimientos para el pago de daños, porque «nos piden documentación que la Administración ya tiene, marean la perdiz para que la gente se canse y no cobre». Y, además, los pagos llegan muy tarde, aseguran.