«Si desaparecen los trenes de cercanías, la cuenca del Nalón se queda muerta»

La lucha por la supervivencia de un ferrocarril público y de calidad se ha convertido en una reivindicación fundamental en la comarca del Nalón. La línea Gijón-Laviana tiene abierta, desde hace diez años, una brecha en Langreo: el soterramiento de las vías de la antigua Feve. En el mismo espacio de tiempo en el que se han ido desarrollando las obras, ha perdido casi un millón de viajeros. Y a esta circunstancia se une la falta de inversiones en este servicio a su paso por la cuenca carbonífera.

Son razones de peso para el centenar de personas que se sumaron ayer a la marcha a pie convocada por la Plataforma por el Soterramiento y que cubrió a pie el trayecto que separa la estación de tren de Laviana de la de Langreo. En esta última, en la de Langreo Centro, otro centenar les esperaba para apoyarles. «La línea de cercanías Gijón-Laviana está unida al futuro de la comarca. Si se elimina, será un daño irreparable. La zona quedará muerta. No nos cansaremos de exigir que se modernice, que hagan campañas de concienciación para el uso del transporte público y que se termine el soterramiento de Langreo», explicaba David García, portavoz de la plataforma.

Una vez en el eje central del soterramiento, la nueva estación felguerina, se leyó un manifiesto en el que se puntualizaba que «este servicio es el único que llega a Laviana. Actualmente padece un abandono total en su mantenimiento, cuando en el Nalón las cercanías pueden vertebrar las comunicaciones». Los manifestantes recordaron cómo esta línea no ha recibido inversiones en casi veinte años «cuando era la que tenía más viajeros de Feve. Sin embargo, no se adecúa a los horarios laborales ni estudiantiles, lo que aleja a los usuarios». Entre las necesidades de la línea que se enumeraron están «nuevos trenes, servicios semidirectos, horarios actualizados, vagones más cómodos, mejoras en las estaciones y apeaderos...». Para ello, subrayaron, «es necesario el compromiso del Gobierno central y de su gestor ferroviario, Adif, así como del Ejecutivo asturiano».

«La pervivencia de la línea es de suma importancia para el futuro de nuestra cuenca, pero precisa una intervención integral», añadieron. La petición estuvo apoyada no solo por el movimiento asociativo, sino también por varios diputados asturianos, numerosos representantes municipales de todas las formaciones políticas con representación en los cinco concejos y sindicatos. Todos abogaron por modernizar la línea y concluir el soterramiento.