Retoman las obras en el argayo de La Cortina para rematar el refuerzo del talud
La alcaldesa de Lena, Gema Álvarez, visitó el pueblo para ver el avance de los trabajos y asegura que concluirán en pocos días días
ALEJANDRO FUENTE
LA CORTINA (LENA).
Jueves, 10 de enero 2019, 00:23
Los operarios han regresado a la población lenense de La Cortina para rematar los últimos trabajos de contención del talud tras producirse un argayo que casi se lleva por delante todo el núcleo. La alcaldesa del concejo, Gema Álvarez, visitó la zona e informó a los vecinos de que los trabajos -que también se centran en la urbanización- se culminarán en pocos días. En noviembre se paralizaron los trabajos hasta que se pudo resolver el pago de la factura por estas labores, que asciende a 675.000 euros. Responsables de la empresa encargada de las obras, Contratas Souto, negaron a este periódico que el parón en las obras tenga que ver con impagos y lo atribuyeron a la meteorología, que impedía realizar los últimos remates con hormigón.
El diciembre el Principado aprobó una subvención de 575.000 euros al Ayuntamiento de Lena para financiar las obras de retirada del desprendimiento y para la estabilización del talud.
Fue el pasado 26 de junio cuando piedras de grandes dimensiones se vinieron abajo y derribaron hasta cuatro viviendas que se encontraban, en esos momentos, vacías; no hubo daños personales. Los trabajos, de los que se ha hecho cargo el Consistorio, se encuentran ya en su recta final. Del coste total de las obras, el Ayuntamiento lenense se comprometió a aportar 100.000 euros, tal y como se acordó en noviembre.
Gema Álvarez ya dijo que esta aportación municipal supone realizar «un esfuerzo enorme para este Ayuntamiento y tenemos que analizar de dónde sacamos esta cantidad». No obstante, defendió que la administración regional se había comprometido a abonar la totalidad.
Miedo entre los vecinos
La localidad tuvo que ser desalojada ante el riesgo de nuevos deslizamientos y ante la intensa lluvia que caía. «De repente, se escuchó un estruendo espantoso y se llenó todo de polvo. Fue horrible», decía entonces una de las vecinas, Isabel Lorenzo. «Nunca he visto nada igual. Me encontraba en la huerta y, cuando me quise dar cuenta, vi que caía una gran piedra y que venía hacía mí. Enseguida se llenó todo de polvo y yo eché a correr lo que pude hasta que salí del pueblo». Afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas, pero sí cuantiosos daños materiales. Cuatro viviendas, que estaban vacías, quedaron en ruina. A los pocos días dieron comienzo las labores para retirar las rocas y afianzar el talud. El 5 de julio una excavadora derribaba parte de una cuadra afectada por el derrumbe de lodo y piedras.