El 'rey' asturiano de la heroína cayó al comprar un coche

Muchos kilómetros hicieron los agentes de la Guardia Civil detrás de I. M. A., fotografiando con quién se reunía en Málaga, Galicia y Asturias, escuchando su teléfono, recabando los indicios que llevaron al arresto en Moreda (Aller) del que consideran 'primer espada' o 'rey' de la heroína en Asturias. Ocurrió en octubre; en su casa y en sus coches el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) localizó 15 kilos de heroína; 1,5 de cocaína y 10,5 de hachís. Es el mayor alijo de heroína incautado en la región en 24 años y el tercer mayor del país el curso pasado.

I. M. A. aguarda en la cárcel que se cierre la investigación que lleva el Juzgado de Instrucción número 3 de Mieres. Le defiende Judith Gómez, del despacho Vox Legis y desde que se vio descubierto colaboró con los agentes, mostrándoles dónde tenía los estupefacientes y las armas. En el juzgado dijo ser politoxicómano. «Consumo cada día dos gramos de cocaína, hachís y los fines de semana más», adujo.

Le constan arrestos en 1998, 2006, 2011 y 2015, pero esta vez lo puso difícil. Usaba ocho coches, solo dos a su nombre. Eso complicaba el seguimiento «garantizando una impunidad absoluta» en caso de huir en un vehículo del que no era titular, reconocen los agentes en sus atestados. La droga, creen, la compraba una vez al mes en Málaga, donde acudía por autopistas, parando en el mismo hotel; para volver usaba «rutas ilógicas» que alargaban el viaje en más de 100 kilómetros, observaron. Básicamente evitaba peajes para eludir los posibles controles que se hacen en ellos, sostienen los guardias civiles.

El coche lo aparcaba lejos de su casa, daba varias vueltas alrededor, seguía de largo si veía Policía. Esta «contravigilancia» incluía no sacar la droga al llegar a Moreda. Dejaba el vehículo cerrado, con el estupefaciente dentro, un par de días. Lo «dejaba enfriar», escriben los agentes.

Entonces, ¿qué falló? A finales de 2018 una detención por tráfico de drogas lleva a la Guardia Civil a un coche sospechoso, aún operativo. Siguiendo al vehículo los agentes irán dando con lo que al principio parece un grupo dedicado al tráfico de hachís desde Algeciras hasta Galicia. Ese es el radar que tenían y en él entra I. M. A. en junio pasado al acudir a Galicia a hacerse con un Audi A6.

Los agentes sospechan que un clan gallego lo venía usando para el transporte de droga y que el asturiano lo compra para el mismo fin. Le siguen y 'pinchan' el teléfono. De las conversaciones deducen que estaba en contacto con los grupos que trataron de meter cocaína colombiana en Galicia usando un narcosubmarino y que en Asturias no delega su parte del trabajo en nadie.

Cuando le arrestan cuatro meses después no localizarán nada en el dichoso Audi. En la comandancia llaman al perro 'Thor' que es quien descubre el olor a heroína. En ese momento I. M. A. asume la situación, enseña el doble fondo y aguarda su destino.