Tres años a la espera del juicio a los asesinos de Iván Castro

Es la tercera Navidad que la familia de Iván Castro no disfruta de su presencia. Tres años esperando que los culpables de este crimen paguen por ello. El 7 de diciembre de 2017, el amante de su novia, presumiblemente instigado por ella, terminaba con su vida disparándole en un garaje del distrito langreano de La Felguera, donde vivían. Aún no hay fecha para el juicio.

Los dos acusados por este crimen, Marta Rama y el taxista Nelson Dos Anjos, llevan en prisión desde octubre de 2018, cuando fueron detenidos. La Fiscalía solicitó este octubre que se prorrogase su prisión provisional tras cumplirse los dos años decretados por el juez en 2018. Ambos se enfrentan, en un juicio con jurado, a 25 años de prisión por el asesinato del joven y el taxista a 4 más por un delito de tenencia ilícita de armas, una pistola antigua que no ha sido encontrada.

El taxista reconocía, tras su detención, de ser el autor de los disparos que terminaron con la vida del joven langreano. Además inculpaba a su pareja, Marta Rama de ser la instigadora del crimen. Esta, novia del fallecido cuando sucedió el crimen, niega su implicación y sostiene que el crimen fue iniciativa del taxista.

La investigación se apoya en un sistema de escuchas establecido por la Policía Nacional en el dormitorio que compartía la pareja en Oviedo para acceder a las conversaciones de los entonces sospechosas y que permitieron relacionarlos con el crimen. Además, se estudiaron sus comunicaciones y el posicionamiento de sus teléfonos móviles, que sacaron a la luz varias relaciones sentimentales que Rama habría mantenido de forma simultánea a su noviazgo con el joven asesinado.

El abogado defensor de la mujer ha puesto en entredicho las pruebas obtenidas como resultado de las escuchas y el rastreo a los teléfonos móviles de los acusados. El letrado ha solicitado ante la Audiencia Provincial que estas pruebas no sean aportadas en el juicio al considerar que podrían lesionar la imagen de la presunta instigadora, y que se trata de una aspecto de su intimidad que no afecta al crimen que acabó con la vida de su entonces su novio. .

Las fuerzas de seguridad consideran este crimen uno de los más complicados de resolver en los últimos años, ya que durante las primeras semanas posteriores al asesinato no había un motivo ni sospechoso claros. Así, se tardó diez meses en proceder a la detención de los dos acusados gracias a una ardua investigación que en varias ocasiones Marta Rama trató de desvirtuar, intentado vincular a la víctima con el mundo de la droga para que su asesinato fuese visto como un ajuste de cuentas.