Una enamorada de Asturias, orgullosa de su extensa familia y fiel al verano gijonés
Inés era una mujer muy activa, viajera incansable y siempre rodeada de amigos y amigas
M. DE ÁLVARO
GIJÓN.
Lunes, 6 de agosto 2018, 08:02
San Lorenzo era su lugar en el mundo: la playa de su infancia, la que veía desde su casa de Gijón, en la que se bañaba casi a diario cuando no estaba en Madrid. El destino quiso que San Lorenzo fuera también el lugar de su último aliento. Inés Figaredo era una fija del arenal gijonés, donde acudía en verano y también cada vez que podía escaparse unos días durante el resto del año, siempre o casi siempre acompañada de su hermana María Eugenia, soltera como ella y con la que vivía.
Asturiana de nacimiento y 'militancia', nació en el año 1945 en Oviedo, hija de Inocencio Figaredo Sela, quien fuera consejero de Banesto, industrial y empresario minero al frente de Minas Figaredo, y de María Eugenia de la Mora Garay, de ascendencia cántabra. Era la segunda de diez hermanos, tres de ellos ya fallecidos: César, expresidente de Femetal; Vicente, bancario como su padre, y María.
Inés era una mujer muy activa, viajera incansable y siempre rodeada de amigos y amigas, lo más importante para ella junto a su gran familia, por la que tenía devoción, especialmente por los más pequeños, primero sus sobrinos y ahora sus sobrinos nietos, para quienes la tía Inés, que no tuvo hijos pero adoraba a los niños, siempre tenía un cariño y una chanza.
Prima carnal de Rodrigo Rato, su padre y la madre del exministro eran hermanos, jamás perdonaba la fiesta familiar que cada verano se celebra en Somió, en La Riega o el Palacio de La Concepción, casonas ambas pertenecientes a su familia.
Alegre, cordial hasta el extremo y de firmes convicciones religiosas, Inés mantenía una estrecha relación con su también primo Kike Figaredo, obispo de Battambang, en Camboya.