«Los casos de violencia sexual han crecido de forma exagerada»
«Sigo diciendo que la ley del 'solo sí es sí' es una buena ley, lo que pido es que la dejen rodar. La han vuelto a cambiar por la presión social»
Su mesa está atestada de carpetas. Todas tienen alguna protagonista que ha sufrido violencia. De género o doméstica. Jóvenes o mayores. Siempre didáctica, la fiscal ... asturiana delegada en Violencia de Género y Violencia Machista, Eugenia Prendes (Oviedo, 1960), advierte de que las agresiones no entienden de edad. Ni del paso del tiempo.
-El año pasado, por estas fechas, dijo usted que la ley del 'sólo sí es sí' era buena para las víctimas. ¿Lo sigue pensando hoy?
-Como nos la han vuelto a cambiar... Ha sido la parte penal, que son pocos artículos en todo el contexto de la ley. Lo han hecho por la alarma social que se creó con las rebajas de las penas, algunas en contra de la interpretación del Fiscal General. No hubo rebajas escandalosas, sino de meses. Un año después sigo diciendo que es una buena ley y que hay que dejarla rodar. Pasó lo mismo con la Ley Integral de Violencia.
-Fue muy criticada.
-Muchísimo, pese a que ha sido reconocida como una de las mejores. A día de hoy, las cosas que se consiguieron con esa ley siguen vigentes y esa ley tiene muchísimo más desarrollo del que se ha hecho, pese a que va a cumplir veinte años.
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-¿En alguno de los casos que usted lleva se ha aplicado la nueva ley de garantía sexual?
-Por aquí no pasan aún las víctimas de violencia sexual, pese a que creo que todas puedan verse en Juzgados de Violencia contra la Mujer. Todas, no solo las que ocurren en el ámbito de la pareja. Deberían estar en esos juzgados ellas y las de trata.
-¿A usted le parece bien?
-A mí me parece estupendo. Se necesitaría crear algún juzgado especial más y, sobre todo, los de los pueblos hacerlos únicos, no mixtos, porque tienen una carga de trabajo tremenda. Y tener todas las unidades funcionado y centros de crisis en todas las comunidades. Pero, bueno, las unidades de valoración forense integral (UVFIs) tenían que haberlas hecho en 2006 y todavía estamos como estamos.
-Es usted el 'Pepito Grillo' de las UVFIs ¿Siguen atascadas?
-Bueno, han ido mejorando. En Gijón, ahora los informes se hacen en un mes. Hay dos psicólogas nuevas y una trabajadora social. En Oviedo aún tarda, porque aunque son dos equipos, son para doce partidos judiciales. Sería más eficaz crear un equipo en Avilés. Pero, no obstante, ahora ya tienen más personal y creen que empezarán a ir más rápido.
-Por sus manos no pasan los casos de agresión sexual por desconocidos, pero sí los que se producen en el seno de la pareja.
-Eso de que te viole un desconocido por la calle es lo que menos pasa. En los casos de violencia de género también se da la sexual, pero es verdad que las víctimas lo suelen contar dentro de un todo, tipo 'y además me obligaba a mantener relaciones sexuales'. Si la denuncia no se hace bien o luego en el juzgado no se puede concretar, es difícil la condena.
-¿Le ha pasado alguna vez?
-Sí, hubo un caso de una chica que me dijo 'yo no sabía que esto era una violación'. Cuando nos explicó lo que le hacía, quedó claro que sí lo era y fue condenado. En muchos casos, ellos piensan que no cometen ningún delito.
-¿Han aumentado los casos?
-Muchísimo, los casos de violencia sexual han crecido de forma exagerada. Lo que no sé si es porque hay más casos, porque se denuncia más o porque estamos todos más sensibilizados.
-¿Hay más víctimas jóvenes?
-Sí, pero los jóvenes lo denuncian menos. Ya lo dice la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo): el 70% no denuncia. Y, también, son los que más quebrantan. Porque cuando son denunciados y tienen una orden de alejamiento, al minuto siguiente ya están otra vez juntos. A veces es muy difícil. Veo a muchos padres desbordados con las relaciones tóxicas de sus hijas.
-El Centro de Crisis para Víctimas de Agresión Sexual, que le sucede como Menina, ha creado un equipo especial para menores. ¿Antes no pasaba?
-Creo que pasaba y no lo sabíamos. Lo mismo que con la violencia sobre las mujeres. Que pasaba y pasa muchísimo más de lo que sabemos. Porque, insisto, todavía hay muchas víctimas que no creen que lo suyo sea maltrato. De hecho, recuerdo un caso de Langreo, que salió adelante por la denuncia de las amigas.
-¿Ellas denunciaron?
-Sí. Ella, en el grupo de whatsaap, contaba lo que su pareja le hacía. Le dijeron que denunciara, pero no se atrevía, así que ellas fueron a comisaría con los mensajes.
-¿Está condenado?
-Sí. Lo que me parece importante es que el entorno denuncie. Yo entiendo que, a veces, no lo hagan, no por no ayudar, sino porque luego tienen que declarar muchas veces.
-Según los datos del CGPJ, siguen al alza las renuncias de las víctimas a declarar.
-¿La dispensa? Sí. Y seguirá. O se reforma o hacemos una prueba preconstituida.
-¿Se puede reformar ese artículo sin causar perjuicios?
-Sí, lo hemos pedido ya muchas veces. La naturaleza de la dispensa es entre parientes que no son víctimas de los hechos. No puede ser que tú seas víctima y tengas la misma posición procesal y con las mismas obligaciones que cualquier testigo. Para las víctimas, declarar en comisaría, en el juzgado, a veces también en la audiencia, es un shock terrible. Con la prueba preconstituida, una grabación oficial con las preguntas de ambas partes, solo tendría que dar testimonio una vez.
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