«En la 60 edición tiene que estar Oviedo. Se lo pediré al alcalde»

Llega puntual a la cita. Son las 10.30 de la mañana, pero él ya lleva desde la 7.30 en su despacho. No en el rotulado como presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, sino en el del grupo SEM. Porque durante los 16 días que dura la Fidma, Félix Baragaño vive a caballo entre el negocio que le reporta ingresos y el cargo por el que no cobra. Una actividad frenética que, sin embargo, confiesa le hace feliz. Cree que debe devolver a la sociedad parte de lo que ella le ha dado. Con esa filosofía vital por bandera, estudia presentarse a la reelección el año próximo. Quiere estar en la 60 de la Fidma en la que peleará, de nuevo, por la presencia de ministro. Y de Oviedo.

-¿Empresario en un cargo gratis?

-Los empresarios tenemos una conciencia social cada vez más acusada. En mi caso, soy empresario de segunda generación y, pese a la crisis, estamos saliendo adelante. Eso te llena de orgullo, pero te genera cierta responsabilidad hacia la sociedad. Disfruto de un bienestar que me obliga a tratar de devolver parte de lo recibido.

-Con tanta corrupción lo fácil es pensar que viene a lucrarse.

-Lamentablemente solo trascienden los casos de corrupción, los que a todos nos desagradan. Pero hay una mayoría de empresarios que son honestos. Yo en la Feria soy feliz.

-¿La 59 mejor que la 58?

-Es difícil de concretar, porque los números de la Feria ya son altísimos. Lo que no hay duda es que la sensación de que las cosas van mejor es generalizada. Me cuesta recordar algún expositor que me haya dicho que le fue mal. Uno de maquinaria agrícola me dijo que el primer día ya había vendido, algo que no había pasado nunca. La gente está contenta, ya hablan del año que viene.

-El de la 60 edición.

-Es una auténtica maravilla.

-¿Va a estar de presidente?

-Aunque todavía no es definitivo, sí es probable que el primer semestre haya elecciones camerales.

-¿Se va a presentar?

-Hasta que no llegue el momento no se puede tomar la decisión, hay que hablar con el entorno, pero habiendo estado en este periodo convulso, complejo, en el que casi tuvimos más que mirarnos al ombligo para organizar cosas, parece lógico que el equipo se presente.

-La fusión de las cámaras, parada.

-Siempre digo lo mismo, yo soy empresario y como tal creo que sería bueno que hubiera una y no tres. Si ahora hubiera que montar la cámara de Asturias, sería eso, una. Pero las cámaras son instituciones centenarias, muy imbricadas en su propio territorio. Sería bueno avanzar a la integración, pero con respeto al territorio.

-¿Una cámara tripartita?

-Que los empresarios de cada demarcación se vieran representados. Es un reto no fácil, pero hay que intentarlo. De momento, la realidad es que se ha hablado, pero no se ha avanzado.

-¿En la 60 vendrá Oviedo?

-(Risas) Pues mire, en mis deberes para septiembre lo tengo apuntado: llamar al alcalde de Oviedo, pedirle una reunión e invitarle a venir. No cabe duda de que es un déficit que tenemos. No tiene por qué volver con un gran edificio ni obra faraónica, pero tiene que estar.

-En la 58 dijo que en la 59 habría un ministro... No se ha visto.

-(Risas) No puedo ocultar que para mí ha sido una gran decepción. Ha sido un tema en el que insistí mucho, tuve reuniones de primer nivel, incluso con la vicepresidenta del Gobierno. Nos dijeron que sí, que estuviéramos tranquilos, pero una semana antes nos confirmaron que no venía Fátima Báñez. Envió a su adjunto.

-¿No vino porque en el Asturias gobierna el PSOE y en Gijón, Foro?

-No. Es un problema de agendas. Reconozco que es un día fatal, el primer viernes de agosto, con Consejo de Ministros, vacaciones... Complicado. Era más fácil cuando teníamos un ministro asturiano que venía de vacaciones.

-En 2016 habrá otro gobierno.

-Sí, pero quiero pensar que no tiene nada que ver con la política. Este recinto está totalmente despolitizado. Aquí ha estado Podemos de visita institucional. Fue una gran satisfacción. Pasamos un rato muy agradable.

-¿Temía que nacionalizaran la Feria?

-(Risas) No, no, pero sabemos que, a veces, hay un mensaje un poco de ruptura y aunque no hay nada que no sea mejorable, creo que hay que construir sobre lo que hay. Destruir todo lo que tenemos y volver a empezar no lo veo.

-Dicen que la Pantoja pidió permiso en agosto para venir a la Feria.

-(Carcajadas) No lo había oído.

-Pues prepárase: dicen que ingresó en el hospital cuando vio lo que tendría que pagar por entrar.

-(Carcajadas)... (Se queda sin respiración) Bueno... A ver... Creo que el precio de la entrada es fundamental... (Risas)... Para nosotros el mantenimiento del recinto cuesta mucho dinero. Además, luego damos muchísimas facilidades para que la gente entre gratis: en bici, con carné de un club deportivo, mayores de 65, clientes de la Caja, del Sabadell... Al final, la entrada nunca es una barrera.

-Vale, pero ¿cuántos parientes le llaman para pedir entrada?

-(Risas) Reconozco que muchos. Incluso muchas personas que no conozco me paran por la calle. Tanto, que llevo un taco de entradas por si tengo que darle alguna a alguien.

-Eso lo dice hoy, que ya se acabó.

-(Risas) No, lo llevo siempre.