Una investigación realizada en Asturias demuestra que el cerebro se rejuvenece con un estilo de vida activo
Científicos del Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina, vinculado al CSIC y la Universidad de Oviedo, estudiaron a través de ratones y un modelo de 'enriquecimiento ambiental' cómo cambian las neuronas en función de la edad
El estilo de vida tiene un impacto molecular y epigenético sobre el cerebro, cuya respuesta a los estímulos físicos y cognitivos está condicionada por la edad. Esa es, en líneas generales, la conclusión a la que ha llegado el Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina –del Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN)– en un estudio que ha sido publicado por la revista Cell Reports y que está liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Trabajos previos han demostrado que factores como la actividad física, la educación o la nutrición repercuten en la salud de las personas. Sin embargo, no se había considerado hasta la fecha la influencia que estos estímulos pueden tener sobre el cerebro en las distintas etapas de la vida. Y eso es lo que se ha hecho en el Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina de Asturias, donde se ha empleado un modelo experimental basado en el 'enriquecimiento ambiental', que consiste en potenciar la actividad cognitiva, física y social de ratones –jóvenes y ancianos–, procurándoles un entorno con gran diversidad de estímulos y analizando la estructura espacial del ADN dentro de las neuronas del hipocampo.
Según explica Mario Fernández Fraga, coordinador del Laboratorio donde se ha desarrollado esta investigación, «los resultados de nuestro trabajo refuerzan la importancia de realizar intervenciones para favorecer el envejecimiento saludable». Se han generado, además, «datos sobre la estructura tridimensional del ADN utilizando una tecnología de última generación, aplicada por primera vez en un estudio de este tipo».
Estimulación física y cognitiva
Lo que han demostrado, en definitiva, es cómo cambian las neuronas con el envejecimiento, «así como tras la estimulación cognitiva y física», precisa el investigador principal del laboratorio, Agustín Fernández Fernández. Los resultados moleculares del estudio revelaron que los estímulos externos tienen distintos efectos en función de la etapa de la vida: «Un estilo de vida activo puede favorecer el rejuvenecimiento del cerebro», señala Javier Gancedo Verdejo, científico del CSIC y primer autor del trabajo. «Hemos visto que el impacto de la estimulación es complemetna mente diferente en función de la edad del individuo. En el caso de los ratones jóvenes, el enriquecimiento ambiental parece promover el desarrollo y maduración de las neuronas», añade Rocío González Urdinguio, la científica titular del CSIC que ha coliderado el proyecto.
El Laboratorio de Epigenética forma parte del Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias, del Instituto de Investigación Sanitaria (Ispa) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras. En este trabajo han colaborado, asimismo, los institutos de Josep Carreras y de Cajal.