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Jordi Salas, en Oviedo, antes de recoger el premio de la Fundación Alimerka. Pablo Nosti

Jordi Salas-Salvadó

Investigador en nutrición premiado por la Fundación Alimerka
«La sidra, con moderación, está dentro de la dieta mediterránea»

«No puede haber alimentos malos en las máquinas expendedoras de colegios ni hospitales»

Olga Esteban

Oviedo

Jueves, 12 de diciembre 2024, 10:53

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Es el tercer premio que recibe en Asturias, así que se siente querido y reconocido en esta tierra. El doctor Jordi Salas-Salvadó es catedrático de nutrición y director de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona) e investigador principal del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del Instituto de Salud Carlos III. Acaba de ser nombrado académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina de España y hoy ha recogido en Oviedo uno de los premios de la Fundación Alimerka.

-¿Qué significa el Premio de Nutrición de la Fundación Alimerka?

-Es muy especial. He recibido muchos premios, tres en Oviedo, pero este es para todo el grupo de investigación. Yo solo, sin el grupo, no soy nadie. Este galardón nos anima y ayuda a todos.

-¿En qué trabajan ahora?

-Somos un grupo especialista en ensayos clínicos con humanos (largos ensayos, con 6.000 personas seguidas durante años), para ver la importancia que tiene la alimentación y principalmente la dieta mediterránea en la enfermedad cardiovascular y en otras enfermedades crónicas, obesidad, diabetes...

-¿Nos hemos dado cuenta por fin de la importancia de lo que comemos, más allá del peso?

-Hace 40 años que me dedico a la nutrición y es evidente que la dieta es muy importante. Hay estudios hechos por amigos míos de Noruega que hacen simulaciones y concluyen que si tuvieras una buena alimentación podrías alargar la vida varios años. Si no comes legumbres y pasas a comer 200 grados al día, alargas un año y medio. Frutos secos: si pasas de 0 a 30 gramos, que es un puñado, te alarga casi un año. Si disminuyes el consumo de carne y procesados de la carne, también ganas esperanza de vida. La mortalidad cardiovascular y la de cáncer, que son las primeras causas de muerte, en parte son prevenibles con una dieta correcta.

-La teoría nos las sabemos. ¿La ponemos en práctica?

-No. Nosotros tenemos un test en el que puntuamos la dieta mediterránea con 14 puntos. La gente mayor puntúa más o menos 9 o 9,2 puntos. Los jóvenes, mucho menos, muchísimo menos. Para hacer una dieta saludable tenemos que ser muy conscientes y tenemos que hacer múltiples cosas a la vez. Se dice que hay que educar en las escuelas, pero eso no es suficiente. El ámbito familiar, el ejemplo que damos los padres a los hijos, es mucho más importante. Y hay que involucrar a toda la comunidad, al Estado, las comunidades... Y legislar: no puede haber alimentos malos en las máquinas expendedoras de escuelas u hospitales...

-Viendo los índices de obesidad en la infancia, parece que retrocedemos...

-Somos los campeones de algo muy triste: somos el país europeo donde los niños hacen menos actividad al aire libre y de los primeros países en prevalencia de obesidad infantil.

-Y eso, teniendo la buena materia prima tan cerca.

-Sí pero no se sigue la dieta mediterránea... La gente de nivel sociocultural elevado es más consciente de la importancia que tiene el estilo de vida para la salud. Hace unos años no había nadie corriendo un domingo.

-¿Influye el nivel social y económico?

-Sí, la obesidad y la enfermedad cardiovascular va muy relacionada con el nivel socioeconómico y cultural. Si vives en una barriada, quizás tienes menos posibilidad de hacer actividad física, quizás no hay gimnasio o espacios seguros para los niños... todo va muy ligado.

-¿Se debería recetar la buena alimentación?

-Todos los profesionales de la salud deben estar implicados: los médicos, farmacéuticos, enfermería, dietistas y nutricionistas. Y también los responsables de salud Pública, que deben poner las cosas fáciles. Necesitamos un etiquetado fácil de los alimentos, que sea de fácil comprensión. Hay muchos intereses en contra, necesitamos medidas impositivas de los alimentos malos y subvencionar los buenos. Y son decisiones que debemos tomar en los próximos años porque si no no vamos a poder revertir nada.

-¿Qué me dice de la comida asturiana? ¿Fabes? ¿Sidra?

-La cultura gastronómica de nuestro país es excepcional, de todas las comunidades autónomas y la asturiana, por supuesto. Es algo especial que debemos preservar. Hay platos que, como todo, son muy buenos, pero son para tomarlos de tanto en tanto... Si me pregunta por la fabada... Y la sidra, para quienes la toman con moderación, muy bien. Pero quienes no la toman, no hace falta que lo hagan. Y si toman demasiada, la tienen que reducir. Pero como algo cultural, con moderación, con las comidas, está dentro del concepto de dieta mediterránea.

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