La Junta General propone que las intervenciones en asturiano sean traducidas
El uso del asturiano en la Junta monopolizó ayer el debate en la junta de portavoces. Sin éxito, a la vista de los resultados. Aunque las posturas de la mayoría de los grupos, con sus matices, parecía consensuada, las de Vox y Podemos parecen condenadas a no entenderse, impidiendo firmar por unanimidad un acuerdo de mínimos. Tras más de dos horas y media de reunión, y en vistas de la imposibilidad de que cualquier consenso fructificase, se acordó, por parte de la dirección de la Cámara, la elaboración de un documento que sirviese de base.
En este texto, remitido ayer tarde a los grupos parlamentarios, se puede leer la intención de que «las iniciativas que se presenten en asturiano, sin perjuicio de que se tramiten en esa lengua, serán traducidas por los Servicios de la Cámara» o, en el caso de las comparecencias del Consejo de Gobierno, «cuando la exposición previa del compareciente vaya a tener lugar en asturiano, deberá acompañarse de su traducción al castellano». Se descarta, y aquí sí estan todas las fuerzas de acuerdo, la contratación de un servicio de traducción simultánea. Sí se contempla la posibilidad de aumentar, en un 50%, el tiempo del interviniente si en su primera exposición –en asturiano– no facilita una copia de la misma en castellano.
El diputado de Podemos Rafael Palacios subrayó, en referencia a la postura de Vox, que «su único propósito es buscar el enfrentamiento y el odio sobre este asunto que nunca generó problemas en la Cámara». Por su parte, el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, señaló que su formación «flexibilizó» su postura en pro de un acuerdo y críticó que Podemos quiera generar un «circo» en este tema.