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Vivienda de Javier Ardines, en la localidad de Belmonte de Pría. NEL ACEBAL
Pría, una parroquia rota por el dolor tras la muerte de Javier Ardines

Pría, una parroquia rota por el dolor tras la muerte de Javier Ardines

«Tenderle una emboscada y atacarle es casi de película», decían sus vecinos, aún sin terminar de creerse lo sucedido

L. RAMOS

LLANES.

Sábado, 18 de agosto 2018

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La noticia de la muerte del concejal de IU en Llanes, Javier Ardines, sumía en la mañana del jueves en el más absoluto dolor a la parroquia de Pría, donde residía. Los vecinos de esta zona rural ubicada en la parte más occidental del concejo no terminaban de asumir ayer, más de 24 horas después del trágico suceso, la muerte del edil y pescador, cuyo cadáver fue encontrado con varios golpes en la cabeza en un camino de la localidad de Belmonte.

La principal hipótesis barajada por los investigadores y confirmada por la autopsia, la de que Ardines fue asesinado por una o más personas que le tendieron una emboscada y le propinaron fuertes golpes en la cabeza con un objeto contundente no hacía sino acrecentar la conmoción de unos vecinos que no aciertan a entender cómo algo así ha podido suceder a escasa distancia de sus casas.

Las caras largas y las conversaciones a media voz que ayer se imponían entre los residentes en la parroquia llanisca contrastaban con las de los numerosos turistas que, como cada verano, recorrían sus calles con la intención de llegar hasta uno de los espectáculos de la naturaleza que ofrece el concejo: los bufones de Pría. Extrañados ante el ambiente fúnebre que invadía la zona, así como por la presencia de medios de comunicación, los visitantes no dudaban en preguntar qué sucedía a unos vecinos que no sabían muy bien qué respuesta dar.

Y es que en Pría no recuerdan nada parecido a lo ocurrido a primera hora de la mañana del pasado jueves. «La nuestra es una parroquia tranquila y a nadie nos consta que Javier tuviese enemigos, no hizo nada tampoco para ganárselos», remarcaba un residente en la zona que conocía al concejal fallecido desde hacía varios años.

Aún con la confirmación, tras serle practicada la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Oviedo, de que Javier Ardines fue asesinado a golpes, quienes durante tanto tiempo fueran sus paisanos seguían sin poder explicarse cómo alguien pudo llegar a tal extremo.

«Esperarle, tenderle una emboscada colocando un obstáculo en la vía y atacarle cuando se bajó a apartarlo es algo muy serio. Casi parece una película», decía otro parroquiano, mientras apuraba un café en uno de los bares de la zona.

Tampoco la alcaldesa de barrio de Llames de Pría, Lisandra del Campo, conseguía encontrarle sentido a lo ocurrido.

«Nunca comentó ni oímos por la zona que tuviese problemas graves con nadie», remarcó, además de manifestar su confianza en que «la investigación avance con rapidez para que se puedan esclarecer cuanto antes las circunstancias» en las que se produjo el brutal asesinato del concejal y pescador llanisco.

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