«Este Ayuntamiento es un cortijo»
La asociación de vecinos de La Arena concentra a un centenar de personas para protestar por las vallas que hay colocadas por todo el pueblo
ALEJANDRO L. JAMBRINA
SAN JUAN DE LA ARENA.
Lunes, 31 de octubre 2022, 01:02
La asociación de vecinos de San Juan de La Arena Avanza y el Ayuntamiento de Soto del Barco no acaban de entenderse. El nuevo colectivo ... vecinal, fundado hace apenas unos meses, mantiene una guerra abierta contra el gobierno local y la gestión que este hace en su pueblo, que consideran deficiente. Son varias las muestras públicas de indignación que han demostrado desde la asociación, la última tuvo lugar ayer y consistió en un acto reivindicativo que reunió frente a la rula a más de un centenar de personas.
Una vez concentrados, los vecinos se movilizaron hasta la antigua fábrica de conservas Lis, en la avenida de los Quebrantos, donde se quejaron del mal estado de varias infraestructuras locales y el abandono de La Arena en general, pero sobre todo centraron sus críticas en la gran cantidad de vallas de obra que consideran que hay repartidas por su pueblo.
«El mayor de los ejemplos de este abandono y falta de interés lo tenemos aquí, en mitad del pueblo, en lo que sería la calle Uría para Oviedo o la calle Corrida en Gijón. Se trata de los treinta metros de vallas que el Ayuntamiento de Soto del Barco colocó hace más de tres años para evitar que nadie pasara por la acera de la fábrica de Lis, no fuera a ser que les cayera una teja o un cacho de fábrica», criticaron airadamente algunos miembros del colectivo.
«Nosotros como asociación de vecinos ya estamos hartos de escuchar que si la fábrica no se arregla porque la culpa es del propietario o porque el Ayuntamiento no deja. No sabemos qué pasa ahí porque nadie lo explica con claridad, en ese cortijo que es el Ayuntamiento de Soto del Barco la transparencia con los vecinos no abunda por lo que no nos enteramos de nada», continuaron quejándose los vecinos frente a la antigua fábrica, que hoy se encuentra en estado de ruina a la espera de un proyecto de rehabilitación que no termina de cristalizar.
Encadenarse como protesta
En relación a esas mismas vallas, los vecinos defendieron que el hecho de que no se retiren quiere decir que «el propio Ayuntamiento de Soto del Barco reconoce públicamente que hay un peligro real para los que pasamos día tras día por la calle más importante del pueblo y que un cascote de la fábrica nos puede abrir la cabeza de un momento a otro».
En señal de protesta, los vecinos que se concentraron propusieron encadenarse a las vallas pero, conscientes de que esa acción sería efímera, finalmente optaron por encadenar un muñeco, bautizado como Desiderio, «que permanecerá aquí atado en señal de protesta hasta que lo retiren, que seguro que lo hacen antes que las vallas», se mofaron los asistentes antes de disolver la concentración.
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