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Un cartel sobresalía entre las docenas que portaban hoy los docentes en la concentración de esta mañana. «No es solo por junio y septiembre... ¡Es ... por todos estos años!» Y ese cartel resume el sentir de los que han vaciado las aulas de Asturias y llenado la plaza de España de Oviedo. «Quieren dar la imagen de que todo esto es por una hora de más, pero nada más lejos de la realidad», dice Ana García, maestra del Colegio de Educación Especial de Castiello. Es especialista en Audición y Lenguaje y cuando se le pregunta por qué está en la calle dice que la lista es muy larga. «Por eso estamos aquí, porque la lista es muy larga», lamenta su compañero Manuel Fernández. Éste acumula 20 años de docencia y hoy tiene la misma sensación que muchos, que «nunca había visto tanta unión entre los docentes», algo que a su juicio es fruto de «tanto ninguneo, mentiras, engaños... la consejera no hace más que hablar de mesas de negociación y los sindicatos salen sin nada». Dice Fernández que está en la calle por «una educación de mejor calidad» pero también «como cualquier trabajador, para exigir nuestros derechos, y no por eso somos peores».
Ambos, como todos los consultados hoy, al azar, en la concentración, mencionan lo de esa hora. Lamentan que se haya extendido ese mensaje, que «protestamos por una hora de más». Y quieren aclarar varias cosas. «Nuestro horario no cambia, eso lo sabemos. Pero las formas de la consejera...». Vuelven a achacarle lo mismo, que modificara la jornada lectiva sin consultar con los sindicatos. También critican con dureza la solución planteada de dar una hora de recreo a los niños, en lo que comparan con un «pastoreo de niños». E insisten, la eliminación de la jornada reducida en junio y septiembre ha sido «la gota que ha colmado el vaso».
Está pagando Lydia Espina, lo saben, los «muchos años que se lleva sin atender nuestras demandas». Y por más que la consejera apele al diálogo y a los acuerdos alcanzados en esta legislatura, para los que hoy visten camiseta negra no son más que «golosinas» y «migajas».
Por contra, hablan de la «necesidad de atender bien a toda la diversidad», como explica Bárbara Fernández, presidenta de la Asociación de Maestros y Maestras de Audición y Lenguaje de Asturias, que han participado en la concentración. «Estamos hasta los mismos de los recortes». Mensaje claro y directo.
«Dignidad» ha sido también una palabra muy repetida. «Estamos aquí por una educación digna», defiende Claudio Fernández, del colegio público Turiellos, de Langreo. «Nos estamos ahogando en burocracia y tareas administrativas», critica. Elena Rúa, del colegio Poeta Antón, de Carreño, habla de reivindicar «todos nuestros derechos, que poco a poco hemos ido perdiendo: hay una falta de recursos, las sustituciones tardan semanas en cubrirse, no hay una adecuada atención a la diversidad...»
«Nos tienen como cuidadores», lamenta Estela Fernández, junto a sus compañeras de El Bosquín, en El Entrego. Un centro tan implicado en la protesta que su página web está estos días protagonizada por un gran lazo negro, una de las imágenes más vistas en las movilizaciones que, como las camisetas negras, simbolizan lo que para los docentes es el 'luto' por la enseñanza pública asturiana. Estela insiste en el tema de la hora de junio y septiembre. «Ese no es el problema. Eso fue el último cabreo y lo que hizo saltar todo lo anterior, la falta de recursos, la carrera profesional, que no se cubran las bajas, las ratios tan altas... Queremos dignidad». Otra vez esa palabra.
Andrea Perochon, profesora del Colegio Público de Educación Básica Carlos Bousoño, de Boal. «Hay tantas cosas...» que no sabe por dónde empezar a . «Es un cúmulo. Esto solo ha sido la gota que ha colmado el vaso. Estoy aquí en representación de todos los maestros y profesores». Hay que recordar que la convocatoria de CC OO, SUATEA y UGT era solo para Infantil y Primaria pero que la de CSIF incluía también al resto de cuerpos docentes y algunos centros de Secundaria y FP estaban también representados hoy en la concentración.
Participa, por ejemplo, profesorado del IES César Rodríguez, de Grao. Como María Juan, cansada de «burocracia, de hacer papeles, de que no se nos equipare el salario... Le pedimos mucho más que esa hora que dice» y lamenta «que nunca se nos tenga en cuenta». La burocracia es sin duda uno de los caballos de batalla. Alejandra Postigo, del colegio Villapendi, de Mieres, quiere dejarlo claro: «Soy maestra, no administrativa. Pero tengo que dejar la docencia para pagar a proveedores, organizar facturas, hacer la cuenta de gestión anual...» Reclama que la consejería contrate personal administrativo para hacer esas tareas.
Y si el tema de la burocracia es uno de los más repetidos, también lo es la atención a la diversidad y la necesidad de escucha. En ambas cosas incide Elia de la Fuente, del Colegio de Educación Especial Juan Luis Iglesias Prada, de Langreo. «Hay que luchar por una educación de calidad, por nosotros y por nuestros alumnos».
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