«Pasamos 'muita medrana'»

En el Suroccidente se recuperan del susto. Tras la oleada de incendios vivida en las últimas 48 horas, las lluvias han logrado apaciguar el pánico que se apoderó de los vecinos. A primera hora de la mañana, con los incendios controlados en gran parte del territorio, todos miraban al cielo con gesto de gratitud. Se comienza a recuperar la normalidad: los desalojados han dormido en sus casas y el humo ha sido desplazado por la niebla y la lluvia. Se vuelve a respirar.

En Corondeño (Allande) aún no se quitan el miedo del cuerpo. «Estuvimos toda la noche tornando el fuego para que no entrase en las viviendas», contaba Vidalina Canto. A sus 86 años dijo que «nunca había visto nada igual».Su hijo y su nuera pasaron la noche en vela, guardando el ganado y tratando de evitar que las llamas alcanzasen los rollos de silo. Hoy, intentan volver a la rutina.

Siguiendo la ruta del fuego que abrasó el Valledor, se encuentra el pueblo de San Salvador. Estuvo cercado por las llamas todo el día de ayer. «No sé si quiero que se levante la niebla y ver lo que ardió», lamentaba Iván Fernández mientras miraba la cuadra que estuvo a punto de arder con hasta ocho reses dentro. «El fuego había empezado de madrugada. Ayer estuvo todo el día encima del pueblo, muy cerca de la casa más alta», recuerda.

Todos los vecinos coinciden en señalar que sin las lluvias de esta noche, la situación hoy hubiese sido terrible.

En el Pozo de las Mujeres Muertas sigue Raúl López, vecino de Villanueva del Valledor, en busca de sus cabras. «Si no llegamos a sacarlas, se mueren allí. Pusimos el pellejo en riesgo», confesaba mientras continaba rastreando el monte con la mirada.