Los perceberos dan por concluida una «mala campaña» y afrontan un «futuro incierto»

La actual crisis sanitaria ha golpeado con fuerza a los perceberos del occidente. Después de una intensa actividad que comenzó el pasado 1 de octubre y debía culminar el 30 de abril, se han visto abocados al parón. Desde el 23 de marzo el Principado prohibe la extracción de percebe, tanto en planes de explotación como en zona libre, y el marisqueo a pie, precisamente a petición de la Federación Cofradías de Pescadores de Asturias.

«Nos quedaba un mes por delante, no sabemos si se ampliarán las fechas o si podremos recuperar los días en el próximo año», explica Adolfo García, presidente de la Federación. A la espera de reunirse con la Dirección General de Pesca, considera la temporada 2019/2020 «más que terminada». «Hay mucha incertidumbre, estamos preocupados por toda la pesca en general».

Aunque la suya es considerada una actividad «esencial», el cierre de los restaurantes les ha dejado tocados, sobre todo en lo que se refiere al pescado fino, como el lenguado o el rodaballo, menos consumido en los hogares. A pesar de los malos pronósticos, la merluza y la costera de la xarda, afirma, «todavía resisten».

En la Cofradía Nuestra Señora de la Atalaya, en Puerto de Vega, reinaba la «normalidad» hasta que el COVID-19 entró en escena. Hasta entonces, confiaban en que las vacaciones de Semana Santa, con la hostelería plenamente operativa, ayudasen a coger el impulso final que necesitaban.

En estos últimos seis meses, la cofradía naviega logró colocar en el mercado 19.004,55 kilos del crustáceo, consiguiendo una facturación de 804.512,45 euros. Esto representa una caída del 7,66% de los ingresos, 66.737,96 euros, con respecto a la campaña anterior. García, también patrón mayor de la cofradía, no oculta su inquietud por «un futuro incierto, cuando parecía que nos recuperábamos tras la crisis, íbamos subiendo un poco».

Peores han sido los resultados en la vecina cofradía luarquesa de Nuestra Señora del Rosario, el otro gigante percebero del occidente. «No estábamos en nuestro mejor momento y esto nos ha rematado», asegura su patrón mayor, Manuel Jesús Iglesias, quien también se aferraba a una buena Semana Santa. «El final de campaña siempre suele ir bien. Es el foco con el que trabajamos después de Navidad», prosigue.

En este escenario, Nuestra Señora del Rosario remata la campaña con 7.789,19 kilos de percebe subastados y una facturación de 300.744,53 euros. Las pérdidas son cuantiosas, han ingresado un 22,35% menos (86.581,97 euros) que en la temporada previa. «No sabemos lo que va a pasar, la xarda ahora mismo tiene unos precios bajos. Hacía años que no estábamos en una situación tan mala», apostilla.