Crimen en Ribadesella: los análisis toxicológicos, claves para ver si la víctima tenía las capacidades mermadas
El cuerpo del ganadero no presentaba signos evidentes de lucha, por lo que una de las hipótesis es que no tuvo posibilidad de defenderse del ataque
La autopsia realizada al cadáver de José Antonio Otero Toraño, 'Toño', no habría revelado la existencia de signos evidentes de lucha. El hombre, todo parece, que no pudo defenderse del ataque producido con un objeto contundente directamente a la cabeza. Una de las hipótesis que se plantea en la investigación es que pudiera tener sus capacidades volitivas mermadas debido a la ingesta de sustancias. Serán cruciales los resultados de los análisis toxicológicos de las muestras enviadas al laboratorio de Criminalística.
En el relato aportado por la cuñada del fallecido se recoge que el ataque se habría producido cuando el hombre estaba en el sofá y que le podrían haber puesto una manta por la cabeza para luego golpearle violentamente.
«Cuando bajé 'Toño' tenía la cara y la cabeza destrozada, pero seguía vivo, me cogía y me apretaba las manos, luego ya fue cuando se fue apagando poco a poco», relata Magdalena B.
Supuestamente, según la declaración de su pareja, fueron dos hombres que entraron encapuchados («uno de ellos llevaba perilla», especificó) y la emprendieron a golpes con el ganadero. Sin embargo, en los primeros análisis de las cámaras de seguridad de la zona no se habría detectado la presencia de dos personas que se pudieran ajustar a esa descripción a la hora en la que presuntamente mataron al ganadero.