«Yo pienso solo en cómo hacer para ganar, no tengo plan B»

-¿Va a haber cambios en el grupo parlamentario en lo que queda de legislatura?

-Sí.

-¿Será Pilar Fernández Pardo la candidata a la Alcaldía de Gijón?

-No hemos tomado ninguna decisión al respecto.

-¿Le animó el expresidente Javier Fernández a dar el paso?

-No. Tengo una relación excelente con él, pero no hemos hablado de esto, no.

-¿Si es presidente, la Escuela Superior de Ingenieros de Minas dónde se ubicará?

-Ehh... Esa es buena. Todavía no he estudiado conveniente el problema. Hay hay dos conflictos. Es claro que soy un ciudadano de Oviedo y no lo escondo, pero al mismo tiempo tengo una relación muy buena con el rectorado. Permítame que me salga por la tangente.

-¿En su candidatura habrá tantos hombres como mujeres?

-No lo sé. Lo que sí sé es que he formado un grupo de colaboradores cercanos en el que hay muchísimas más mujeres que hombres. Yo no distingo entre hombres y mujeres, me da absolutamente igual. Lo único que me interesa de las personas es su talento, su capacidad de trabajo, y no sé si habrá más mujeres u hombres, lo que voy a intentar es captar a las personas con más talento.

-Confiese un defecto.

-A veces soy un poco impaciente, sobre todo cuando hablo de temas europeos y no me entienden me pongo un poco nervioso.

-Usted dijo 'no vine de Bruselas para quedar segundo'. ¿Si queda segundo permanecerá en el escaño toda la legislatura?

-Yo no tengo un plan B. El PP lleva casi 40 años con unos resultados malos en Asturias. Si yo vengo y digo 'voy a tirar un penalty y ostras, como la falle...' No puedes tirar un penalty pensando que vas a fallar, sino convencido de que la vas a meter. Lo mismo en política. Yo pienso solo en cómo hacer para ganar. No tengo plan B.

-¿Si de su voto depende, va a haber en Asturias tres lenguas oficiales?

-No.

-Cuando dice que abrirá su despacho de la Presidencia y que invitará un café a los ciudadanos que le visiten, ¿no está haciendo un ejercicio elegante de populismo de derechas?

-No, no, no, no. Es un ejercicio de transparencia. Primero la experiencia: cuando abrimos las instituciones europeas una vez al año, y la gente está encantada. Yo esta idea la he copiado de lo que he visto en la República Argentina. Y el café: No me quiero encerrar en mi despacho y perder el contacto con la realidad. Yo debo ser el primer servidor público de los asturianos. Y a mí no me importa que la gente venga a ver el palacio. Se me pueden decir muchas cosas, pero populista, claramente no.