El Principado discrepa del cobro del sueldo variable del director de la Finba
Los consejeros de Salud y de Ciencia se abstuvieron en el patronato que acordó, con el voto favorable de los privados, el pago de 25.000 euros
El sueldo del director de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado (Finba), Faustino Blanco, vuelve a estar en el punto ... de mira. En esta ocasión, por el pago de la parte variable del mismo, 25.000 euros, ligada al cumplimiento de unos objetivos. Un dinero que junto a la parte fija de 85.000 euros brutos anuales, suma los 110.000 euros que ya en su llegada, a finales de 2020, había generado un enorme malestar en el Gobierno regional. Tanto que incluso el propio Blanco anunció su renuncia un mes después de su nombramiento, aunque nunca llegó a hacerse efectiva.
El primer análisis del cumplimiento o no de los objetivos en su gestión de la Finba tenía lugar en la reunión que el patronato de la Fundación celebraba, de manera telemática, el pasado 29 de diciembre. Una reunión en la que, por cierto, se aprobó por unanimidad las cuentas de la Finba para el presente ejercicio, 6,22 millones, el presupuesto más alto de su historia. Pero así como el presupuesto consiguió unir a todos los patronos (un 60% privados), el punto destinado al salario variable del director generó una tensa discusión, según han confirmado a EL COMERCIO diversas fuentes. El gran punto de discrepancia se centró en esos objetivos a cumplir y los criterios de evaluación. El informe presentado por Faustino Blanco argumentaba el cumplimiento de los mismos, poniendo la acreditación del ISPA, como uno de los grandes logros.
La discusión, que tenía lugar en ausencia de Faustino Blanco que abandonó el encuentro en ese punto, se enrocó en la medición de los méritos. Para algunos de los presentes, deberían medidas por criterios comprobables y evaluables, incluso haberse sometido a un análisis externo. Las reticencias vinieron, especialmente de la parte pública del patronato (el Principado y la Universidad especialmente). Así las cosas, se decidió solicitar dos informes para analizar en una posterior reunión: uno sobre el propio cumplimiento de los objetivos del director y otro para concretar los objetivos para 2022.
El polémico intento de cambio del organigrama del ISPA
El salario de Faustino Blanco no es el único asunto que genera malestar en el entorno científico del ISPA. También su pretensión de cambiar el organigrama del instituto, de forma que su máximo órgano de gobierno, el consejo rector, estuviera subordinado al patronato de la Finba. Y, además, que la dirección científica del ISPA, dependiera de una dirección general ejecutiva, que ocuparía él mismo. Es decir, que Blanco no solo llevaría la gestión, sino también controlaría la parte científica.
Este plan ya motivó el envío de una carta de advertencia y rechazo el año pasado al presidente del Principado, firmada por el exdirector científico, Carlos Suárez, y respaldada por todos los coordinadores de áreas de investigación del ISPA. Si bien aquel intento se frenó para favorecer la acreditación. Pero ahora Blanco, aseguran, lo ha vuelto a recuperar.
Otro patronato el día 11
La nueva reunión del patronato se celebraba el pasado 11 de enero con el tema de la parte variable del sueldo de Faustino Blanco como único punto en el orden del día. Otro encuentro que derivó en tensión, ya que, si bien los informes confirmaban el cumplimiento de los objetivos y otorgaban al patronato la facultad de decisión del pago de esos 25.000 euros, persistían las dudas sobre la valoración de los méritos.
Ante el enroque de posturas, se optó por una doble votación. En primer lugar, se debía votar si Blanco había cumplido al 100% con los objetivos. En esta votación, todos los patronos privados y una parte de los públicos dieron su voto positivo. Y, si bien el consejero de Ciencia votaba favorablemente, el de Salud se decantaba por la abstención.
En segundo lugar, se votó si se debía llevar a cabo el pago íntegro de la parte variable. La parte privada repitió el voto favorable. Por la parte pública, los dos consejeros aquí coincidieron en la abstención, un voto que también emitió el rector y otros representantes universitarios. El alcalde de Oviedo, por su parte, fue favorable. La resolución final, con las reticiencias sin solventar, fue el pago de la parte variable íntegra al director de la Finba. Y el malestar volvió a numerosos sectores, especialmente dentro de la Finba y del ISPA.
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