La supervivencia del salmón en los ríos de Asturias: ¿necesita una veda?
La Coordinadora Ecoloxista d'Asturies urge declarar al salmón atlántico como especie en peligro de extinción y restringir su pesca en los ríos de Asturias
I. G.
Viernes, 3 de octubre 2025, 13:17
Los ríos de Asturias tienen 472 salmones. Es el resultado del conteo realizado por el Principado y dado a conocer esta semana a los pescadores, según ha desvelado este viernes la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, que asegura que «es, con mucha diferencia, el peor conteo de salmones registrado hasta la fecha, muy lejos de los casi 2000 ejemplares de estos últimos años». De ahí que haga una propuesta contundente: «Debería declararse al salmón atlántico como especie en peligro de extinción y, por tanto, establecerse una moratoria en su pesca hasta la recuperación de sus poblaciones».
A través de un comunicado emitido este viernes, el grupo conservacionista recalca que «la continua desaparición del salmón en los ríos asturianos es un hecho incuestionable». Así lo evidencia la «desastrosa temporada de pesca del salmón« que se cerró el pasado mes de julio con apenas 130 ejemplares capturados en los ríos de Asturias.
«Cualquier especie con una tendencia poblacional tan negativa ya habría sido declarada en peligro de extinción hace tiempo; sin embargo, los responsables del Principado de Asturias siguen preparando la pesca para el año que viene», critica la Coordinadora, que advierte: «Aun aplicando las medidas más proteccionistas sobre la especie, nada garantiza que podamos llegar a tiempo para salvar de la extinción a este icónico pez».
Otras medidas
Además de implantar una veda a la captura del salmón, esta organización insta a poner fin a las repoblaciones, «que suponen un problema añadido a la biodiversidad de los ríos», así como a mejorar los «ríos, eliminando los obstáculos que dificultan o impiden el remonte de los peces y manteniendo en buen estado los frezaderos».
«Si queremos mantener y mejorar el rico patrimonio natural y la importante diversidad medioambiental de los ríos asturianos es fundamental que la administración aplique medidas de gestión valientes a corto plazo», recalca la Coordinadora.
El enfoque global de un pescador concienciado
Una opinión similar tienen buena parte de los deportistas. Uno de los pescadores asturianos más reconocidos y concienciados con el problema del salmón explicó hoy que la problemática «es internacional, común a la mayoría de los ríos del Atlántico norte. Más aún en el Cantábrico, que es el límite sur natural de distribución del salmón».
Propone este pescador llegar a un «acuerdo global y prohibir la pesca totalmente en la mar, que se sigue haciendo en Irlanda y otros países, y proteger los lugares donde come krill el salmón».
Alerta este pescador, por otra parte, de que «el cambio climático está modificando las corrientes marinas y eso hace que el recorrido para llegar a nuestros ríos sea más complicado, con más depredadores detrás de los salmones».
En su opinión, no sólo en Asturias, sino como país habría que desarrollar «una política especial de protección de los ecosistemas de los ríos salmoneros. Habría que eliminar las barreras infranqueables para los salmones, no así los banzaos pequeños, que son lugares de protección de las crías y en los que se genera mucha biodiversidad». Además, la «Confederación Hidrográfica debería garantizar unos caudales ecológicos, constantes y buenos, así como la regeneración del bosque de ribera».
Respecto a la Administración autonómica, indicó que «se debería dejar dejar de regular la pesca de la miseria. Nos preocupamos de los peces y tenemos mal su casa, el río. Los ríos tienen que poder garantizar la entrada del mayor número posible de ejemplares desde la mar y facilitar el crecimiento de los alevines para que luego vuelvan como esguines al mar para volver luego al río como adultos».
Pide, pues, acciones destinadas a «garantizar que los salmones puedan subir a las zonas de freza, que desoven y que puedan bajar. Los mejores ejemplares son los que pescamos, por lo que habría que limitar o prohibir la captura de salmones adultos y facilitar y controlar las artes de pesca. Permitir sólo la pesca sin muerte y con muchas restricciones y limitar también los cebos con los que se pesca la trucha para no afectar a crías y alevines».
Y no sólo cuidar al salmón, también tener en cuenta apuntes como el que hace este pescador: «Cada vez hay menos fauna macroinvertebrada, que es lo que comen los salmones».