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Djelali B., horas después de ser detenido por la Guardia Civl. ARIENZA
Uno de los sicarios del caso Ardines lo hizo por «necesidades económicas»

Uno de los sicarios del caso Ardines lo hizo por «necesidades económicas»

Djelali B. negó ante la jueza que la intención fuese asesinar al concejal y delegó en su compatriota la responsabilidad última del crimen

P. SUÁREZ / G. POMARADA

Martes, 26 de febrero 2019, 03:44

Djelali B., uno de los sicarios que presuntamente asesinó el pasado 16 de agosto al concejal de Llanes, Javier Ardines, negó ante la jueza que instruye el caso que esa fuese la intención inicial. Según la versión aportada por el argelino, tanto este como su compañero aceptaron el encargo por «necesidades económicas» y tras insistir reiteradamente al inductor del crimen y contratante de sus servicios, Pedro Nieva, que tan solo estaban dispuestos a darle una paliza a la víctima.

De hecho, Djelali B. delega la responsabilidad última del crimen en su compatriota, el cual está pendiente de ser extraditado desde Suiza. El detenido afirma haber abandonado la escena del crimen convencido de que Ardines seguía vivo. Según su versión, tras golpearle con contundencia por la espalda, el concejal cayó al suelo inconsciente. En ese momento, y tras pegarle varias patadas en las piernas al concejal, el detenido asegura haberse adelantado a su compañero y correr hacia el coche en el que emprendieron la huida. Por este motivo, Djelali B. se desmarca de cualquier intento de asfixiar a la víctima, hecho que supuso la causa última del fallecimiento de Ardines en el camino que lleva desde su domicilio a la carretera, donde fue asaltado.

Por su parte, durante la mañana de ayer, por el juzgado de Llanes pasaba el abogado del presunto mediador, Jesús M. B., con el fin de recoger los «seis tomos» que conforman el caso. Luis Mendiguren, con despacho en Bilbao, señaló que no dispone aún del «cien por cien» de la documentación, por lo que evitó hacer una valoración del proceso al que se enfrenta su cliente, considerado por la Guardia Civil como la persona que puso en contacto al inductor, Pedro Nieva, con los ejecutores, los sicarios argelinos. «Todavía no tengo una visión global y necesitaré unos días de lectura para estudiarlo», explicó el letrado, que durante la tarde se acercó a la cárcel de Asturias para reunirse con Jesús M. B. Recordó además la complejidad de un caso en el que «hay más gente implicada» además de su defendido, en alusión a Nieva y los sicarios.

Gas pimienta

Según confirmaron las pesquisas de los investigadores, a Javier Ardines mientras uno de los sicarios le golpeaba por detrás sorpresivamente cuando se disponía a retirar la valla que le cortaba el paso del camino, el otro le rociaba con gas pimienta para dejarlo aturdido. Aún con todo, el concejal de Llanes consiguió echar a correr en un intento desesperado por zafarse de sus asesinos. Lo consiguió, pero a unos 60 metros fue alcanzado. Le asfixiaron hasta la muerte. Según pudo saber entonces EL COMERCIO, la Guardia Civil afianzó su tesis con la incautación de un bote de gas pimienta en el piso de Bilbao en el que fue detenido uno de los dos ciudadanos argelinos, los presuntos sicarios a los que habría contratado Pedro Nieva para que matasen a su primo político por los celos que sentía y tras conocer la relación sentimental que mantenía su mujer con el concejal.

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