Los socios del gobierno de Asturias cumplen dos años de pacto bajo amenaza de anticiclón
FSA e IU-Convocatoria logran mantenerse unidos dejándose margen para la discrepancia. La solución a la basura y sobre todo el proyecto de Costco pondrán ahora a prueba esa relación
Define la Real Academia de la Lengua (RAE) anticiclón como «perturbación atmosférica que consiste en un área de altas presiones y circulación de viento en sentido de las agujas del reloj en el hemisferio norte, e inversamente en el sur». Una perturbación que está marcando el ecuador de la legislatura en Asturias, con altas presiones sobre los socios de gobierno, sobre todo en materia económica y urbanística. Con nombres propios: Cotsco, Cogersa y parques de baterías.
El pasado 28 de julio se cumplieron dos años desde el pacto de Gobierno que devolvió al Principado un mandato a dos manos. Si en 2008 el PSOE de Vicente Álvarez Areces selló un acuerdo con la Izquierda Unida de Jesús Iglesias; en 2023 el PSOE de Adrián Barbón, como socio mayoritario, hizo lo propio con la IU de Ovidio Zapico, en coalición con Convocatoria por Asturias. Un apretón de manos selló un acuerdo que fue analizado con luz y taquígrafos en su primer aniversario. Ni el apretón ni las luces y los taquígrafos se han vuelto a repetir.
En esta ocasión, Adrián Barbón optó por celebrar en solitario sus seis años al frente del Gobierno asturiano, al sumar la pasada legislatura con los dos años de la presente. Lo hizo el 19 de julio, con balance de lo hecho y anunciando los veinte hitos para los próximos meses. De ellos, solo dos hacen referencia a su socio: el programa 'Alquilámoste' y la nueva Ley de Vivienda, por un lado, así como la nueva Ley LGTBI, por otro. Y un tercer hito recuerda una de las borrascas, el antónimo de anticiclón, que mojaron a ambos socios: el presupuesto de 2026 será «el de la Educación», dijo Barbón, en referencia a lo logrado por los sindicatos tras la mayor huelga educativa de la historia.
En el gobierno y en la pancarta
Una que tuvo el apoyo en las calles, con pancartas, de IU y Convocatoria por Asturias. Una que acabó con la dimisión de la consejera de Educación, Lydia Espina, en la que fue la cuarta crisis del Ejecutivo asturiano en esta legislatura. Crisis que solo han afectado a cargos socialistas.
La primera llegó tras la designación de la consejera Melania Álvarez como senadora. Le siguió el nombramiento de Nieves Roqueñí como presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón y, en una trágica carambola, la dimisión de su sustituta, Belarmina Díaz, tras el accidente mortal en la mina de Cerredo. Con el matiz de que ambas, Roqueñí y Díaz, nunca tuvieron el viento a favor de la otra pata del Gobierno.
Cuatro cambios del PSOE frente a ninguno de IU, ya que Ovidio Zapico mantiene a todo su equipo en la Consejería de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos.
Una única consejería para la coalición de izquierda que cuenta con más cargos que cualquiera de las diez socialistas. No solo es de las que cuenta con viceconsejería, sino que dispone de ocho direcciones generales.
Un numeroso equipo que no solo ha sido criticado por la oposición en la Junta, sino también cuestionado 'sotto voce' desde las filas socialistas. Por las mismas voces que tampoco vieron bien la presencia de IU en las protestas educativas, una presencia que ya había sido visible en las realizadas por el personal de Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA), el ente que gestiona la red geriátrica pública y que está en manos del PSOE.
Más evidente ha sido la presencia de la formación en las críticas a la llegada de Cotsco a Siero. La multinacional cuenta con el rechazo de la coalición, de CC OO y de la Unión de Comerciantes y así lo escenificaron en un acto público esta semana. En el aire siguen los parques de baterías. Y qué hacer con las basuras de Cogersa. El anticiclón del ecuador de la legislatura puede trocar en borrasca para finalizarla.
Barbón: «La vía fiscal asturiana beneficia a las familias y a la clase trabajadora»
En la semana en que se cumple el aniversario del pacto de Gobierno, no ha habido actos en conjunto de los socios. Desde Tapia, en la XXXIV Bonitada Socialista, el presidente del Principado aprovechó ayer para lanzar dos mensajes. Por un lado, marcar como objetivo «recuperar la Alcaldía de Tapia», y respaldar por completo al nuevo secretario general de los socialistas tapiegos, Álex González. Por otro, volver a insistir en «la vía fiscal asturiana» y la reforma del IRPF que beneficiará «a las familias con hijos y a la clase trabajadora». Quienes ganen menos de 35.000 euros al año, recortarán, dijo, 120 euros de su declaración de la renta.
