Afectados por el plan de la muralla irán a los tribunales si no cambia la propuesta municipal

Algunos propietarios afectados comparten abogado en sus alegaciones. Se trata del letrado gijonés Miguel Guisasola, que fue el encargado de presentar sus alegaciones ante el Ayuntamiento, y que, de no salir adelante, tiene intención de iniciar el proceso de reclamación ante los tribunales.

Básicamente, estos afectados, nueve propietarios de uno de los inmuebles, no están conformes con la solución que da el Ayuntamiento a sus propiedades para dejar al descubierto un paño de muralla medieval. Para eso tienen que ser derribados todos los edificios entre los números 40 y 48 de la calle de La Muralla. Pero aseguran que el gobierno local no les ha propuesto la fórmula de la expropiación, que es la que consideran «lógica» toda vez que la decisión de derribar los inmuebles no tiene marcha atrás.

A cambio se les presenta la opción de la compensación urbanística, pero tampoco en ese caso los propietarios aceptan la propuesta. En resumen y en líneas generales, aseguran que el aprovechamiento urbanístico que les ha ofertado el área de Urbanismo del Ayuntamiento es «mucho menor» del que tienen sus actuales viviendas, sin que se les haya ofrecido a cambio una compensación económica o de otro tipo.

De esa forma, los afectados perderían «más de la mitad» del aprovechamiento urbanístico que les correspondería en el área del plan parcial reservado para nuevas edificaciones con respecto al que tienen ahora sus viviendas. Además, les correspondería a ellos la urbanización y construcción futura, además de hacerse cargo «de la comercialización de las futuras viviendas» que se levantarían, algo que los propietarios ven inviable «en el contexto actual, sin que ni siquiera hayan aparecido inversores interesados».

Por el contrario, fuentes municipales aseguraron ayer a este periódico que se están analizando jurídicamente las alegaciones, y se les notificará personalmente el resultado en cuanto finalicen los informes correspondientes.

En cuanto a las dudas de algunos propietarios con el aprovechamiento, también se matiza desde el Ayuntamiento que el «nuevo aprovechamiento es el que se prevé en el Plan Especial de Reforma y Protección del Casco Histórico (PEMRICH), no en el estudio de detalle que ahora se tramita (la Memoria de Viabilidad del PEMRICH señaló que es viable económicamente)».

Además, con los propietarios de el edificio de La Muralla 40, y con el propietario de la única vivienda habitada se mantuvieron «varias reuniones y, por tanto, también fueron conocedores» de la tramitación del proceso.

El estudio de detalle es el instrumento de desarrollo que se limita a ordenar los volúmenes definidos en el Plan del Casco Histórico. Según se explica desde el gobierno local, la reparcelación «determinará el reparto de cargas y beneficios, siendo el aprovechamiento medio de la nueva ordenación el que se prevé en la ficha». Al hacer el reparto de cargas y beneficios, esa reparcelación ya tiene en cuenta -añaden las mismas fuentes- las compensaciones que deban hacerse a los propietarios de edificaciones preexistentes, viviendas, lucro cesante..., «y todo lo que proceda, y después asigna cargas y beneficios una vez compensado todo lo preexistente».

También será dentro de la reparcelación donde se valorarán los edificios y los usos actuales, «compensándolo como cargas dentro de la reparcelación, que pagan todos los propietarios del ámbito y después se reparte lo nuevo, lo reordenado, los beneficios, de nuevo entre todos los propietarios... Pero siempre teniendo en cuenta que se compensan las cargas y propiedades de origen».

Es decir, según matiza el Ayuntamiento, a los propietarios se les va a abonar el valor de su construcción en el estado actual en que se encuentra, y se beneficiarán de los derechos de aprovechamiento que surjan.

Los servicios técnicos mantienen en estudio las alegaciones recibidas, y, tal y como aseguraron a este periódico fuentes del gobierno municipal, se espera que estén resueltas antes de finales de año.

El planeamiento conocido como CH-3 dentro del Plan Especial de Mejora y Reforma Interior del Casco Histórico de Avilés incluye la reforma del ámbito de Las Alas-La Muralla, con la recuperación de un tramo de la antigua fortificación medieval como uno de los objetivos más ambiciosos.

Esta actuación tiene dos objetivos muy diferentes pero relacionados por un elemento común: la muralla. En primer lugar comprende la reordenación de nuevas edificaciones que se dispondrán en este enclave, caracterizado por la antigua traza de la calle de Las Alas, y el conjunto edificatorio actual, «degradado y descontextualizado».

Se trata de intervenir en la manzana creando unos nuevos frentes a la calle Las Alas y Jovellanos -previa la demolición de edificaciones existentes- y recuperar como espacio público el patio de manzana, teniendo como criterio principal la preservación y restauración de los lienzos de la muralla. Por ello, el desarrollo de aparcamientos en sótano en este espacio será uno de los elementos más delicados de cara a su urbanización.

En segundo lugar, se incluyen cinco parcelas, junto con las actuales edificaciones que las ocupan, para destinarlas a equipamiento y espacio libre público que permita recuperar visual y materialmente el trazado de la muralla, en la esquina entre las calles de La Muralla y El Muelle.

La finalidad es recuperar el lienzo de muralla existente mediante la demolición de una serie de edificaciones «sin valor arquitectónico», anexas a la muralla, junto con la transformación a equipamiento de un edificio, fuera de contexto, pero que por su ubicación debe resolver aspectos de medianería de edificaciones existentes, de colindancia con la capilla de Las Alas, o bien favorecer la accesibilidad.