El San Agustín solventa su apagón una hora antes de lo previsto

El Hospital Universitario San Agustín resolvió ayer una hora antes de lo previsto el apagón necesario para arreglar un conmutador de red con grupo electrógeno que se encontraba averiado. Es un equipo fundamental para mantener la seguridad de la red eléctrica del centro sanitario.

La mayor complejidad del trabajo radicaba en que era necesario cortar el suministro eléctrico a una buena parte del centro sanitario, lo que obligó a una detallada planificación en los días previos, además de elegir la mañana del domingo para reducir las molestias al máximo, tanto para el personal como a los pacientes y sus familias.

«Todo ha salido según lo previsto», destacó el gerente, Enrique González, como lo demuestra que la reparación concluyó a las doce del mediodía, una hora antes de lo previsto. La importancia de la intervención motivó que una parte del equipo directivo acudiese al centro en la jornada festiva.

Los trabajos obligaron a cortar el suministro eléctrico a la mayor parte del centro, salvo aquellos áreas críticas como eran los laboratorios, la Unidad de Cuidados Intensivos, Urgencias o los quirófanos.

En principio estaba previsto que el área quirúrgica acogiese la actividad de los paritorios, pero finalmente se aseguró el servicio eléctrico a esta zona y se mantuvo la atención en maternidad.

Las unidades de hospitalización se quedaron sin luz, salvo los timbres y equipos necesarios para la atención a los pacientes, además de la calefacción. En este sentido, el tiempo acompañó y después de días con mañanas oscuras y lluviosas, la jornada de ayer permitió que no se notase la ausencia de luz artificial en el primer tramo del domingo.

El corte del suministro afectó a los ascensores de manera parcial. Se señalizaron los elevadores disponibles, aunque al ser un horario con menor afluencia de familiares, apenas hubo problemas.

El servicio de hostelería funcionó como estaba previsto también. Los pacientes con dieta normal recibieron un almuerzo frío, mientras aquellos con un régimen específico fueron atendidos desde la cafetería abierta al público, que reforzó su equipo de trabajo. A partir del mediodía, la cocina recuperó su actividad normal.

De esta forma, en una mañana el Hospital San Agustín superaba una reparación necesaria para mantener la seguridad de un complejo sistema eléctrico, ya que el suministro no puede perderse en ningún momento por las evidentes consecuencias en su actividad.