El área de documentación del HUSA doblará su actividad

Son solo cinco personas, pero ocupan una atalaya privilegiada sobre la actividad del Hospital Universitario San Agustín (HUSA). Es el equipo de la Unidad de Documentación Sanitaria que forma parte del Servicio de Atención al Ciudadano. El doctor José Antonio López de la Manzanara dirige un equipo formado por dos enfermeras y dos auxiliares administrativos que afrontan la tarea diaria de codificar buena parte de la actividad del HUSA.

¿Pero que es la codificación clínica? Se trata de una herramienta fundamental para la moderna gestión sanitaria. Todos los datos y procesos registrados en una historia clínica se transforman en un lenguaje unificado a partir de una serie de códigos. Por ejemplo, un diagnóstico de infarto agudo de miocardio responde a la clave 190. De esta manera, toda la actividad de un centro sanitario se convierte en un dato y se puede medir, conocer su realidad y comparar con otros centros.

El desarrollo de la codificación sanitaria en España comenzó a partir del gran impulso a la sanidad pública en los años 80 del pasado siglo con la ley Lluch en un proceso que no para de actualizarse.

El Ministerio de Sanidad cuenta con una unidad especializada en esta actividad que fija los criterios para asegurar que todos utilicen el mismo 'lenguaje'. En España se aplica la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), elaborada por la Organización Mundial de la Salud, y se complementa con diferentes reglamentos para aplicarla. «No es una tarea sencilla, un episodio sencillo nos puede llevar unos diez minutos de trabajo», comenta De la Manzanara. Sirva por ejemplo la Normativa Básica elaborada por el Ministerio de Sanidad es un documento de 240 páginas.

«Actualmente, codificamos todos los ingresos en el Hospital Universitario San Agustín y los procesos de cirugía ambulatoria», explica el doctor José Antonio López de la Manzanara que, desde hace año y medio, lidera la unidad especializada en esta tarea en el San Agustín, «pero a partir de este año nuestra actividad se doblará, como mínimo».

Y es que a las 3.300 historias clínicas con actividad de cirugía ambulatoria y a las 17.000 altas que se codifican en la actualidad se unirá este año la actividad del hospital de día, por la que pasan 11.000 pacientes anuales y la hospitalización a domicilio, donde se quiere llegar a los 1.200 pacientes al año.

El incremento de la carga de trabajo no termina ahí, ya que los planes del Ministerio de Sanidad pasan porque todos los centros sanitarios codifiquen sus Urgencias y los procesos de especial complejidad, como puede ser una colonoscopia o tratamientos de hemodinámica. Aquí ya entramos en terrenos de vértigo. Y es que el San Agustín atendió el pasado año 72.273 urgencias.

Una de las preocupaciones de De la Manzanara es cómo se gestionará ese aumento de trabajo. Actualmente, la codificación se realiza manualmente. Los cuatro profesionales leen la historia y van realizando los códigos. «Existen programas informáticos que facilitan la tarea, pero implican que la historia clínica se debe rellenar de una manera concreta y también obliga a una supervisión posterior», comenta.

Pero, con independencia de la decisión que se tome, los gestores sanitarios mantendrán la codificación por la calidad de la información.

Un ejemplo es el índice casuístico que refleja la proporción de las estancias prolongadas con el funcionamiento estándar de hospitales similares. Si la cifra es menor que uno refleja que sus casos son menos complejos y al contrario.

En el caso del HUSA, su índice casuístico es del 1,1355, lo que refleja que se trata de un centro complejo.