La Fiscalía investiga facturas por más de 100.000 euros

Son cientos de facturas cargadas a la Fundación Niemeyer, de cuya gestión era responsable Natalio Grueso en las que, según la Fiscalía, se modificaban los conceptos y los importes. Muchos de los servicios cargados, sobre todo viajes y alojamientos, también comidas en restaurantes, eran disfrutados no solo por personal vinculado al centro, sino también por familiares y amigos, a veces en solitario. Y además también hay otras facturas cargadas a la Fundación desde Viajes el Corte Inglés que eran disfrutadas por personas totalmente ajenas al centro cultural y sus actividades. En total, la Fiscalía pedirá explicaciones a los acusados por gastos que se elevan por encima de los 100.000 euros, facturados desde 2006 a 2011. De ellos, al menos 6.192 son anteriores a la constitución de la Fundación, y consisten en alojamientos en hoteles de Nueva York, Madrid y Llanes, entre otros, además de traslados en coche de alquiler con chófer y otros servicios. Lo curioso es que las fechas de estos no coinciden con las fechas reales en las que se disfrutaron, y algunas son de otros conceptos, como, por ejemplo, entrada para la Fórmula 1 en Mónaco, según el escrito de la Fiscalía.

En muchos de los gastos a nombre de Natalio Grueso y otras personas vinculadas a la Fundación, estos iban acompañados por familiares y amigos. Entre ellos, la entonces mujer de Natalio Grueso, a la que la Fiscalía sitúa como beneficiaria de servicios por al menos 37.500 euros. En ocasiones, las facturas reflejaban gastos de Natalio Grueso, pero quien los disfrutaba era su ahora exmujer, Judit Pereiro, que pudo conocer mientras su marido gestionaba la Fundación Niemeyer Nueva York, Washington, París o Jordania. ¿Algún ejemplo? Un viaje «vacacional privado» de los dos a Jerez, en 2010, por 2.687 euros, en los que ella no aparece como viajera en las facturas, u otro por más de 2.400 euros a Nueva York, en 2011. Así, hasta 25 casos. Otros viajes los disfrutaban familiares y amigos, como la madre y la abuela de Natalio Grueso, entre otros, bien acompañándoles o en solitario, pero nunca quedaba claro en las facturas quién iba. Los más caros, los de México (3.900 euros) y Copenhague (9.700).

Por otra parte, la Fiscalía cree que Vigil cargó facturas por más de 30.000 euros de otros de sus clientes a la Fundación Niemeyer para ahorrarles gastos.