La industria avilesina reclama más espacio por el impulso de la economía verde

Así, Jesús Alberto González, director de la fábrica de Fertiberia en Trasona, recordó el objetivo de la empresa de liderar el mercado de nutrición verde en el futuro con la producción de abonos sin gases de efecto invernadero.

El objetivo es ambicioso, pero no imposible como demuestra que, entre 2010 y 2020, la fábrica avilesina redujo sus emisiones en un 90%. La presencia de Fertiberia en el proyecto de generar energía limpia en Asturias mediante el hidrógeno asegura que pueda ser la primera empresa del mundo en fabricar abonos sin huella de carbono.

Junto a ello, la fábrica de Trasona duplicará su capacidad, lo que obligará a aumentar la exportación. Un reciente encuentro con los equipos comerciales de Fertiberia en Europa ha evidenciado el interés existente en esos mercados, a donde se llegará por la vía marítima de una manera fundamental.

De ahí las peticiones de Fertiberia, que planea pasar de un movimiento de poco más de un barco a la semana a dos o tres. Y además, la posibilidad de utilizar muelles con más calado, incluso con tinglados en la margen derecha donde almacenar en perfectas condiciones el abono antes de embarcarlo.

Como futuro generador de amoniaco verde, Fertiberia también ve una oportunidad para Avilés en su posible utilización como combustible para motores que ya empieza a investigarse. «Por su ubicación, puede convertirse en una 'gasolinera' de amoniaco», apuntó. De esta manera, Fertiberia se convierte en el «gran tapado» del escenario portuario avilesino, en palabras de Ramón Muñoz-Calero, director de la Autoridad Portuaria.

Por su parte, Adolfo Vega, máximo responsable de la gestión de la cadena de suministros de Arcelor España, abordó las necesidades de una empresa que aborda una radical transformación en Asturias y que se basa en ambos puertos. En el caso de Avilés, reclamó «líneas regulares con el norte de Europa» para superar las carencias logísticas existentes en la actualidad. Actualmente recurren a las de Bilbao y Santander, pero con unos costes que penalizan su competitividad con otras plantas de la multinacional siderúrgica.

También reivindicó la necesidad de muelles 'ro-ro', pensados para complementar la actividad portuaria con el transporte por carretera. «En todos los puertos del Mediterráneo existen, pero apenas en el norte».

Vega insistió en la necesidad de mejorar los accesos ferroviarios y también de generar espacios más espacios para su actividad. «Con la descarbonización, la necesidad de espacio se multiplica por siete», apuntó.

Orlando Alonso, presidente de Windar Renovables, recordó la existencia de la empresa gracias al apoyo de Manuel Ponga durante su etapa como presidente del puerto. Alonso señaló que la empresa se había fijado un crecimiento de su actividad en Asturias para los próximos años de un 30%, lo que supondrá pasar de 600 estructuras a cerca de 900.

El presidente de Windar destacó como seguiría creciendo la demanda en el sector al tiempo que la producción de las estructuras se acercaba más a sus ubicaciones, de ahí que necesitaban «más superficie» en las inmediaciones. Más aún cuando algunos aspectos como los trabajos a pie de puerto son imprescindibles.

Por su parte, el consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica, Enrique Fernández, recordó la importancia de la actividad industrial y arraigo en Asturias, donde «Avilés es la máxima potencia de la cultura y vocación industrial» que, además, se adapta a los requisitos ambientales del siglo XXI. Fernández subrayó la importancia del «ecosistema industrial y de innovación» de lo que representa «una de las mayores concentraciones industriales de Europa, con más de 4.000 empresas censadas».