Juan José Jambrina, psiquiatra: «El principio de autonomía marca hoy nuestras actuaciones clínicas»
El director de Salud Mental en el área sanitaria de Avilés encabezó la charla 'Hablemos sobre salud mental' organizada por el Partido Popular
El salón de actos de la tercera planta del Palacio de Valdecarzana se quedó sin sillas para acoger la charla-coloquio 'Hablemos sobre salud mental', ... organizada por el Partido Popular de Avilés. Con Juan José Martínez Jambrina, psiquiatra del Hospital Universitario San Agustín y director del área de Salud Mental avilesina como cabeza de cartel, también estuvieron presentes Aitana González, psiquiatra del San Agustín y miembro del equipo de intervención en crisis, y Gemma Mateo, psicóloga de la Asociación de familiares y personas con enfermedad mental de Asturias (AFESA). Ejerció como moderadora Estefanía Rodríguez, presidenta del PP Avilés.
En su intervención inicial, Rodríguez dejó claro que «la salud mental debería ser un tema prioritario en la agenda política. Es cierto que se ha alcanzado un pacto, pero se necesitan recursos suficientes para atender con medios materiales la problemática existente. Ese compromiso se debe ver también en las partidas presupuestarias y el PP exigirá que así sea», avanzó.
Jambrina fue el encargado de inaugurar el turno de ponencias, con una conferencia teórica en la que desgranó ante los presentes el funcionamiento del área de Salud Mental de Avilés, después de diferenciar entre ética y ley, tras ser preguntado por «la relación que hay entre los valores y la salud mental».
El psiquiatra leonés recordó que «hay dos sistemas de conducta: la ética, lo que nace desde nuestro libre albedrío; y la ley, lo que nos viene de fuera. La ética va de deberes para con otras personas, con nosotros mismos. Nos indica qué es lo que debemos hacer ante una situación. La ley nos dice lo que tenemos y lo que no tenemos que hacer. Con frecuencia se solapan pero debemos diferenciarlas».
Jambrina definió también los valores como «las valoraciones que hacemos de lo que vemos. En esta sala la gran mayoría estaremos de acuerdo en que esto es una botella de agua o una sala. Pero después hay diferentes valoraciones: el agua está más fría, más caliente, me gusta más, menos. De ahí nacen los valores y no hemos conseguido que el mundo tenga una bolsa común de valores. Si lo consiguiésemos se solucionarían muchos conflictos, pero parece muy complicado».
Sobre el trabajo en la unidad, explicó que «tenemos cuatro principios fundamentales: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. El más importante ahora quizá sea el de autonomía, a través del que el paciente decide si sigue o no un tratamiento, por ejemplo». Sobre los conflictos, concluyó que «se solucionan desde puntos intermedios».
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