Presno subraya la importancia de regular la inteligencia artificial
El catedrático asegura que no vale la autorregulación mientras el filósofo Juan Arana cree que estos sistemas son una llamada a la humanización
La inteligencia artificial es un presente con mucho futuro que evoluciona a la velocidad del rayo y que es necesario regular porque la autorregulación es ... utopía. Tiene muchas ventajas, pero también inconvenientes y a todos estos retos trata de dar respuesta la justicia a marchas forzadas. Sobre todo esto habló ayer Miguel Ángel Presno Linera, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, en la segunda de las charlas sobre la inteligencia artificial que ayer protagonizaron los Cursos de La Granda en el hotel Palacio de Avilés. Explicó que la Unión Europea define como inteligencia artificial solo a aquellos sistemas que tienen capacidad de autoaprendizaje, es decir, que una vez que alguien los pone en marcha, ellos son autónomos.
Son unos sistemas que pueden aportar evidente beneficios por ejemplo en el campo médico, pero que al mismo tiempo «suponen un riesgo en el tratamiento de datos desde el punto de vista de la información y de la capacidad de manipulación». «Tú con la inteligencia artificial puedes crear la imagen de una persona que no existe, puedes manipular un discurso, puedes hacer aparecer como real algo que no es y eso puede tener mucho impacto en un proceso electoral», describió.
El reglamento
Pero como la inteligencia artificial no va a desaparecer, «hay que tratar de regularla y eso es lo que ha hecho la Unión Europea que ha aprobado recientemente un reglamento que clasifica los sistemas en función de los riesgos que suponen»: si el sistema introduce unos riesgos que son inaceptables se prohibe, pero si el riesgo es alto se establecen una serie de condiciones.
De todas formas, «el reglamento no ha querido ser demasiado preciso y hay cosas que quedan para desarrollar». Se crean, por ejemplo, las agencias nacionales de supervisión que tienen que comprobar que estos sistemas responden a los estándares que se han establecido. «Y algo importante es que se establece un sistema contundente de sanciones, de tal manera que a una empresa no le sea rentable», añadió.
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